Peor es nada: la ironía televisada de un país en llamas
En un repaso histórico por los ciclos, personajes y figuras que marcaron un momento de la TV argentina, diario Hoy recuerda el show de Horacio Fontova y Jorge Guinzburg.
los 90sDurante una charla con este multimedio, el cantante de la banda, Matías Badaracco, reveló los secretos a la hora de elaborar sus temas y presentó el material reciente, que contó con la colaboración de Joaquín Levinton.
29/08/2021 - 00:00hs
Conformada por un grupo de amigos, Escuálidos es una banda de rock que prepara su próximo material discográfico. Los integrantes son Matías Caltroni, Alan Franzino Fernández, Luca Meza y Matías Badaracco, que dialogó con este multimedio para contar las vicisitudes de su nuevo material.
—¿De qué manera se gesta el proyecto musical?
—Escuálidos surge como un sueño de dos adolescentes escuchando rock en una habitación, en Coronel Pringles, provincia de Buenos Aires. Cuando sos del interior y querés estudiar algo cuando terminás la escuela, ya está asumido que tenes que irte de tu pueblo. Nosotros en realidad necesitábamos el caos de la ciudad, ya estábamos cansados de tanta tranquilidad, y más a los 16 o 17 años. Así que dejamos todo allá y nos la jugamos sin conocer a nadie, solo las bandas que nos volaban la cabeza, que sabíamos que estaban acá y en Buenos Aires.
—Con tantas propuestas surgidas en el escenario, ¿qué planes se traen entre manos? ¿Cómo se innova o se crea una impronta particular?
—Actualmente estamos trabajando en nuestro tercer disco. Por otra parte, lanzamos Me quemo, el primer simple en marzo de este año y ahora estamos estrenando Me volaste la sien con el cantante de Turf, Joaquín Levinton. Esta última canción salió con videoclip y tuvo muy buena repercusión ya que en una semana pasó las 10.000 visitas, estamos muy felices con el trabajo que hicimos, tanto en lo visual como en el sonido obviamente. La producción artística del disco está a cargo de Esteban Monti, integrante de Guasones, esto es una locura para nosotros porque de todo esto se trataba ese sueño.
—A través del arte, ¿qué ideas o mensajes expresan?
—No sé si hay solo un mensaje detrás de nuestras canciones, lo que sí sabemos es que nuestra política es tratar de hacer buenas melodías, buenas canciones y, en lo posible, lindas letras, algo que para mí no abunda en los géneros urbanos a los que el mainstream le da lugar hoy. No me gustan las bandas que bajan permanentemente y explícitamente una línea política, no las escucho ni loco, no importa para el lado que tiren, no les creo nada y no me van. Además del nuevo disco, vamos a relanzar tres canciones de los dos discos anteriores, pero con la formación actual de la banda. Va a ser en un formato sesión, que grabamos en Romaphonic hace dos meses.
—Integran o surgen en una escena que se rearma con una apertura paulatina después de la pandemia
—Mi visión de la escena actual es que, al contrario de lo que dicen algunos, el rock no murió ni va a morir jamás. Es decir, que los medios de comunicación masivos no le den lugar es otra cosa, pero es ahí donde el rock vuelve a ser contracultura, y yo reafirmo más que amo lo que hago. Por ejemplo, cuando ves que en un cumple infantil de nenes de 3 años les están poniendo un tema que en su letra dice que “tienen ganitas”, y se inculca el “perreo”, ahí me descompongo y pienso: Me tengo que seguir esforzando para hacer algo mejor. El trap no me gusta para nada, porque me gustan las canciones y las buenas melodías, y en lo que escuche del género no encontré nada de eso, no es mi palo. No tengo flow.
—Además de la formación, ¿tenés otros proyectos?
—Tengo pendiente estudiar actuación, que es algo que iba a hacer antes de la pandemia y no pude arrancar a estudiar. Creo que está directamente relacionado con la puesta en escena de una banda, los videoclips, y todo.