Morgan Freeman: del estrellato a las acusaciones de acoso
Diario Hoy recuerda la carrera del actor estadounidense de Hollywood, quien quedó en el ojo de la tormenta tras una serie de denuncias realizadas en 2018.
El multifacético artista presentó un cómic, cumpliendo así un sueño en un año en el que la TV europea y la literatura fueron eje de sus días.
12/12/2022 - 00:00hs
Ayer culminó una nueva edición de Comic-Con Argentina, con Jamie Campbell Bower de Stranger things como figura central e invitados de lujo para celebrar el nuevo espacio en el que se desarrolla, La Rural. Ahí dijo presente Facundo Arana, el multifacético artista que presentó Los trapecistas, cómic ilustrado por Juan Carlos Quattordio basado en uno de los cuentos de su libro La pluma de Caly. Sobre su pasión por los cómics, la música, y su paso por el bailando de la televisión húngara, hablamos en exclusiva con él.
—Gran año, dos libros, de gira por el mundo…
—Estuve con varias cosas, sí, me invitaron a Bailando con las estrellas en Hungría.
—Y dijiste “voy…”
—“No, bailar no porque te fundo el canal”. Se rieron a carcajadas, y a los dos meses me llamaron y me preguntaron: ¿Y de jurado? “De jurado cuando quieras”, les dije, y me fui a Budapest, me parecía una aventura linda, eran pocos días, era una posibilidad muy linda de conocer el país y la ciudad, que si no no sé si hubiera ido, me encantó, me hice nuevos amigos y la verdad es que lo pasé genial, volví y salí de gira con En el aire, mi unipersonal, por la Argentina, Uruguay, España, Israel, me fue genial también, a principio de año había ido a Eslovaquia, a sorprender a una persona que había visto nuestras telenovelas cuando niña y hoy es una importantísima actriz de allá, había presentado el libro y ahora de golpe sobre fin de año llegamos a poder editar Los trapecistas, una adaptación del cuento Del 1 al 10 de La pluma de Caly, y esto surgió porque el editor un día nos sentamos a charlar, me iba a regalar unos libros de Dago, de los que yo soy fanático desde chico y me dijo: Por qué no hacer una historieta”, y le pregunté si Juan Carlos dibujaba. Me dijo que sí, y lo hizo posible, en una edición de una calidad importante y estoy muy orgulloso.
—Tuviste un año entonces en el que pudiste dedicarte a otras cosas…
—Lo que pasa es que nada de eso no es arte, y a mí me gusta el arte, escribir, dibujar, cantar, tocar el saxo, en ese universo pueden pasar muchas cosas, como ésta, que es un homenaje a aquel niño que leía ávido historietas.
—¿Qué leías? ¿Te acordás?
—Obvio, Fierro, Skorpio, todas las revistas de Editorial Columba, El Eternauta, Clemente, Mafalda, todos los libros que iba sacando Quino, los libros que sacaba Caloi, todo, y todo es todo, Fontanarrosa, que algunas cosas entendías más, y otras que pensabas que habían sido escritas solo para vos. Esperar que llegue la Intervalo para meterte en el mundo de Pepe Sánchez, para ver Mi novia y yo, Hombres de blanco, Nippur, Dago, puedo no parar nunca. Es todo parte de eso, hoy al entrar acá me presentaron a Quique Alcatena, que publicó en todo lo que te nombré, y casi me desmayo, y le pregunté qué edad tenía cuando hacía eso, y tiene sólo cinco más que yo, así que Los trapecistas es un homenaje a todos ellos, si querés hablar de esto puedo quedarme horas.
—¿Sensaciones de presentar Los trapecistas en la Comic-Con Argentina?
—Me siento súper orgulloso, animado, es un homenaje a mi vida, al chico solitario lector de historietas que yo fui, dibujante, escritor, fantasioso, porque nunca estuve en un grupo con 10 chicos, pero estaba en un universo lleno de aventura y fantasía y eso alimentó mi cabeza hacia dónde me dediqué, el arte, actuación, música, dibujo, a pensar ¿por qué no se puede escalar el Everest?, ¿Cómo no se va a poder? Si todo se puede, qué es más que una gran aventura, bueno yo estoy acostumbrado a la palabra aventura, mi vida entera es una aventura, y nació ahí.