Juan Cruz Luqui: “Todo el tiempo me piden reinventarme”

Juan Cruz Luqui es uno de los artistas que más renombre ha ganado en los últimos tiempos. Radicado en Los Ángeles desde hace un tiempo, y con tan sólo 34 años, ha coescrito junto a Gustavo Santaolalla la banda sonora de proyectos como The Last Of Us y Narcos, entre otras, además de colaborar con orquestas, músicos y directores de todo el mundo.  Esta vez, el artista sorprende con el estreno de Sin Luz, primer capítulo de “Cacique Torcido”. Se trata  de un proyecto audiovisual de música medicinal, un short film que tendrá 5 capítulos en los que el músico combina instrumentos de música clásica, canciones chamánicas y su virtuosismo en la guitarra,  junto con una imagen y estética muy particular que crea un impacto  altamente emocional. Con él hablamos para saber más detalles de su trabajo.

—¿Cuándo supiste que la música, componer, era lo tuyo?

—La verdad que a los siete años empecé a tocar la guitarra y ya de una empecé a componer. Tuve un accidente en el brazo, que no puedo estirar, y ahí me dejó medio de la guitarra y ya de entrada empecé a componer, pero oficialmente cuando terminé el colegio, ahí dije, bueno che, me parece que lo mío es la música. Así que fue como algo que todo el tiempo tengo que estar reconfirmando y sé que quiero hacer esto.

—¿Pero por qué?

—Porque digo, ya va mucho tiempo, porque nada, aparecen como momentos en los cuales uno está más conectado, menos conectado. Sí, es más que nada como algo de la resiliencia, como para ser artista tenés que estar todo el tiempo recordándote por qué lo haces y reinventándote, me parece que hay un peligro en quedarte estancado en soy esto y hago esto, es como que te exige reinventarte y reconfirmar que querés seguir haciendo esto.

—Y no seguir en un solo camino, digamos...

—No, no sé si de argentino o de artista, pero muchas facetas del arte, producir, componer para películas, tener mis proyectos, irme de gira, todo el tiempo me piden reinventarme.

—¿Y hay alguna de todas esas facetas que son muchas con la cual vos te sentís más cómodo?

—Y la de artista mía, como lo personal. Eso es lo que más disfruto, cómodo me siento en todas, pero lo que más disfruto es hacer lo mío.

—Ya estás instalado en Estados Unidos, ¿cómo es un poco tu vida? ¿Vas? ¿Venís?

—Yo estoy, sí, en Estados Unidos, giro mucho, cuatro meses, cinco meses al año estoy de gira, mucho por Europa, con orquestas, haciendo la música de películas, entonces toco la música de las películas, pero estoy acá en Los Ángeles hace ya 11 años, estoy reinstalado.

—¿Y cómo fue decir, bueno, me voy?

—La verdad es que apliqué a Berkeley, que es una universidad en Boston, y me dieron beca completa, así que fue como que no tuve mucha opción. Dije, bueno, me tengo que ir, me dieron esta oportunidad, y estaba muy frustrado en Argentina, estaba tratando de hacerla, pero no la encontraba, y estaba pasando un momento de mierda, y el universo me regaló una beca y me fui.

—Hablabas de películas y música, componer, trabajar con otro, pero ahora estás con este proyecto de Cacique, ¿cómo surge un poco este short film?

—Este proyecto lo tengo desde el 2020. Me fui a un retiro de meditación de 10 días en silencio y vino así como, che, tenés que hacer esto, hasta con el nombre. Como dije, tuve un accidente en el brazo que no puedo tirar, por eso Cacique Torcido, como que quise resignificar algo que para mí era un trauma con algo de poder. Y vino esta idea de la máscara porque yo no quería ser yo, o sea, quería que esto sea como un proyecto separado de mí, como un alterego. Este es mi quinto álbum y siempre lo vi como un proyecto audiovisual porque yo hago música para películas, y finalmente bajé una historia que me parece súper linda, una historia sobre transformación personal, y estoy produciendo short film que en realidad se apuntaba a museos, como es una pieza cíclica de 25 minutos que empieza y termina en el mismo lugar.