Leonardo Sbaraglia y Griselda Siciliani estrenan Menem
La exitosa dupla une talentos para la serie que revisa la vida del exmandatario argentino con sus luces y sombras.
entrevistaLa exitosa dupla une talentos para la serie que revisa la vida del exmandatario argentino con sus luces y sombras.
09/07/2025 - 00:00hs
Hoy llega a Prime Video Menem, dirigida por Ariel Winograd con Leonardo Sbaraglia y Griselda Siciliani como Carlos Saúl Menem y Zulema Yoma en la ficción basada en hechos reales desde el ascenso de Menem al poder y la consecuente convertibilidad económica hasta los ataques terroristas sucedidos en Buenos Aires. Para saber más hablamos con Sbaraglia y Siciliani.
—¿Cómo se sienten con que finalmente vamos a ver este proyecto?
—Leonardo Sbaraglia: Bueno, ¿cómo te sentís?
Griselda Siciliani: Eh, al fin, ¿no?
—LS: La verdad que sí, hace mucho que estamos esperando, dos años ya.
–GS: Cada vez que nos encontrábamos era, che, ¿qué pasa?.
—LS: Creíamos que nunca se iba a estrenar, y además cuando empezó a haber esos líos que no tuvieron que ver con la serie, sino con otras cosas. Pero bueno, también teníamos miedo de decir, que pasa, estamos malditos. Pero por suerte no. Yo creo que, bueno, en principio con la gente de Amazon siempre la idea era estrenar en el 2025.
—¿Les costó salir del personaje? Porque yo sé que Leo estuvo ahí como muy metido, pero digo, uno ve el proyecto y es increíble lo que hacen cada uno. ¿Costó después soltarlo un poco?
—GS: A mí me costó dejar de hablar como Zulema en mi casa, por ejemplo, que era algo que hacíamos con mi hija todo el tiempo, porque ella lo hace mejor que yo.
—LS: O sea que sí, que sí, que en nuevas temporadas de pronto, Margarita pueda ser Zulema.
—GS: Margarita la puede hacer. Porque pobrecita, porque ella, no sé, entraba al living y decía, otra vez... Y yo le hablaba a ella, porque hay momentos en que tenés que hacerlo mucho.
—LS: Convivir con actores y actrices es una pesadilla. No se lo recomendamos a nadie.
—Noventa. Época polémica. Lo interesante de la serie es que no juzga, y no es que se pone a mirar, desde hoy. O sea, nos muestra lo que pasaba. ¿Qué les pasaba a ustedes interpretando eso?
—LS: Por momentos había una especie de responsabilidad, en el sentido de que estábamos hablando de nuestra Argentina. Entonces la idea era, en principio, no caer en propios juzgamientos o prejuzgamientos de lo que era el personaje o lo que pudo haber hecho el personaje en ese momento, sino tratar de meterse en esos zapatos y de encarnar y al mismo tiempo no caer en la solemnidad, estamos haciendo algo que perteneció a la historia. Si no, creo que en ese sentido la mirada y la impronta y la dinámica que le pone Wino como director, eso es muy importante, porque te aleja completamente de la solemnidad. Además es un tipo que para cualquier actor es muy agradecido de trabajar con él porque está todo el tiempo rodando. Es todo el tiempo una prueba y error en el cual esa especie de fuerza centrífuga te lleva hacia lugares creativos inesperados, porque no tenés tiempo de pensar. Estábamos rodando tanto tiempo, tantas horas, tantos planes.
—GS: Te obliga a estar encendido.
—LS: En un momento ya no sabías cuándo estabas rodando y cuándo no. Por eso, bueno, yo tomé la decisión de seguir. Desde que arranqué estaba ahí 12 horas en quinta.
—Zulema habla de una manera muy particular, que vos la haces igual...
—GS: Qué alegría que digas eso. Bueno, un poco también el trabajar con un compañero que te inspira y que te devuelve... Siempre es... otro mundo, digamos. Es así, porque el trabajo del actor es con el otro. Entonces hay algo de como decía, de trabajar con la manera que tiene Leo, con el juego y con la mirada. Porque yo tenía que levantar la vista y decirle algo a esos ojos. Sí, que eran los del personaje de Menem, pero que son los de ese actor que está ahí, que está presente conmigo y con todo lo que nos representa y lo que nos une. Hay algo que en la escena yo, por lo menos es mi pensamiento personal, creo que estás ahí con ese otro actor. Está interpretando lo que está interpretando. Y a mí eso me conmueve bastante, de quién es al que tengo enfrente. Así que, en ese sentido, para mí fue puro amor.