Desde que se aventuró en el universo de las redes sociales su vida cambió por completo y más de un millón de seguidores acompañan a diario sus ocurrencias.
Pablo Albella, el creador de contenidos cordobés conocido como @holaestapablo, da un paso trascendental al llevar su unipersonal, Hola +30, a los escenarios. Arrasando en redes y conquistando escenarios internacionales, se presentó ayer y lo hará hoy también en el Teatro Astral (CABA). Con él hablamos.
—¿Cómo estás viviendo un poco la previa al estreno de este espectáculo que justo coincide con las vacaciones de invierno?
—En realidad estamos ya en la gira del show. Lo hicimos, empezamos en temporada en Carlos Paz y después en marzo arrancamos esta actividad que nos llevó por todos lados. No solamente por la Argentina, sino que también fuimos a Chile, Paraguay, Uruguay, ahora volvemos a Buenos Aires. Fuimos al Teatro Astral en marzo y ahí fue como una de las primeras veces que un poco me quedé en shock, porque bueno, es la Calle Corrientes, y en marzo recién empezada la temporada y tuvimos un recibimiento hermoso. De hecho, hicimos una función y tuvimos que agregar dos más, porque se fueron agotando, así que fue una locura. La verdad es que la expectativa es volver y volver a recibir todo ese amor de la gente del teatro, que siento que por ahí Buenos Aires tiene esa mística de la Calle Corrientes, que tanto genera para nosotros los artistas, o los que hacemos teatro.
—¿Alguna vez imaginaste estar en la Calle Corrientes o hacer esta gira que me comentás que estuviste por Latinoamérica y Europa?
—Jamás en mi vida había imaginado esto, la verdad es que es muy loco. Porque bueno, yo soy publicista y pensé que iba a ser a lo sumo presidente de una agencia o a tener una empresa de publicidad, medios, o algo así. De trabajar, digo, en algún medio, pero siempre detrás. Esto que empezó a pasar a partir de la pandemia, cuando empecé a hablar en mi Instagram de lo que era tener 30 años, nunca imaginé que iba a desembocar, primero que nada, en una salida laboral que tiene que ver con las redes, que por suerte se fue dando más paulatinamente. En tres años aparecieron estas propuestas que tienen que ver con el libro que sacamos este año, que está ilustrado por mí. Que es una cosa, que siempre me encantó y que bueno, fue hermoso hacerlo y también con la obra de teatro, subirse un escenario, enfrentarse ahí a la gente. Y menos hacer esto, eso ya me parece muy loco, que no solamente en otros países me reconozcan, sino acá mismo en la Argentina. Yo soy un joven adulto del interior de Córdoba, que veía todo eso de la tele, el teatro muy lejano y hoy me sorprende estando ahí arriba, la gente. A pesar de, por ahí, que el entorno o las cosas no ayudan mucho a nivel económico, sacan una entrada, me quiere ir a ver, me quiere ir a conocer, quieren pasar un buen momento. Así que la verdad es que me asombro función a función, literalmente.
—Decidiste renunciar a tu trabajo para dedicarte a esto, ¿cómo fue ese momento?, ¿costó tomar la decisión o vos viste que estaba esta posibilidad de poder expresarte de otra manera y dijiste me tiro la pileta y ya fue? ¿Cómo fue un poco ese momento?
—Nunca pensé todo lo que podía venir, si bien veía que los influencers, ya algunos estaban haciendo monólogos y esas cosas, yo lo veía como algo que yo no estaba preparado. Entonces, cuando renuncié a la agencia, empecé a estudiar teatro, empecé a estudiar canto. Pero bueno, viste, de eso pasó un año, no es que se aprende muchísimo en un año, hay gente que estudia toda su vida para subir un escenario. La verdad es que fue como muy, muy difícil también, porque creo que es algo que nos pasa a muchos en este momento de la vida de la adultez, que tiene que ver con eso de que: y si dejo mi laburo y emprendo, y si abro esto y si me la juego. A mí me agarró en ese momento en el que dije: bueno, lo tengo que intentar. Era el momento, había que probar, y si no, bueno, después se volverá y se probará otra cosa, dije yo. Soy como ahí, bastante de que cuando algo ya me llama la atención, o cuando otra cosa un poco me aburre, o la veo medio monótona, necesito cambiar y eso me gusta también de todo esto que está pasando. Desde el hecho de hacer una obra, hacer un libro, el hecho de seguir en las redes, creo que esta dinámica de poder hacer diferentes cosas es clave. Tanto la obra, como el libro, como las redes hablan de lo mismo, pero son diferentes y es que es como que no es lo mismo. Porque si no no tendría sentido y además me aburriría, que es lo que te estaba contando, que me pasa, viste, como que está bueno que cada plataforma y cada producto tenga como su propio su propia vida, su propio sentido.
—¿Qué es lo que a vos te inspira y te mueve a seguir creando?
—Bueno, mucho tiene que ver con esto que decimos, es real. Yo lo descubrí ahora de que la obra cambia y cambia función a función. Porque es bastante dinámica en el sentido de que cuando la armamos con Flor D’Agostino, que es la directora, y yo le decía que el público que me va a ir a ver viene de las redes. Entonces, tiene que ser cómo la gente consume las redes y tiene que ser salpicado, no puede ser yo hablando una hora y media porque nadie hace eso en las redes, y menos lo van a ver. Así que tiene una parte musical, y que canto, hay mucha interacción con el público, hay una parte de monólogo, hay juegos, hay premios. Entonces, posta que cada función es superdiferente a la anterior y a medida que uno va teniendo esa experiencia, obviamente, vas a editando constantemente. Y en cuanto a la inspiración, tiene que ver mucho la gente, los comentarios, las cosas que escriben en los videos. Eso es fantástico, que por ahí, que se yo, antes no había ese feedback en el mundo del espectáculo, de que te tiren ideas, la gente que es maravillosa, es impresionante, hermosa y a mí personalmente me inspira para seguir creando. El público, que es algo que puede sonar como medio armado de típica respuesta, pero te juro que esto de ir a los lugares, como te decía antes, y que la gente venga y te agradezca por estar en el día a día y que se ría.