entrevista
Los protagonistas de Red Flags a solas con Hoy
La generación Z al desnudo de una manera realista y verdadera en un relato que revela honestamente su día a día.
Atresplayer estrena hoy su serie original Red Flags, un drama adolescente de la generación Z.
Inspirado en una idea original del autor de La edad de la ira, Nando López, la serie retrata de forma muy directa la vida sexual y emocional de cuatro jóvenes y su relación con las redes sociales.
La ficción, protagonizada por Mar Isern, Diego Rey, Iría del Valle e Ibrahima Kone, aborda las diferentes formas de entender las relaciones y la identidad sexual, y hablamos con ellos para conocer más detalles de la propuesta.
—¿Cómo han vivido el lanzamiento y empezar a mostrar todo el trabajo que hicieron?
—Mar Isern: Pues, para mí, y creo que para todos, ha sido un regalo increíble que por fin, después de tanto tiempo, la gente haya podido ver este pedazo de serie que hicimos entre todo el equipo. Yo estoy muy contenta porque la acogida ha sido brutal y hemos tenido mensajes preciosos, o sea, que muy contenta.
—Ibrahima Kone: Ver el resultado, porque al final es un trabajo que pusimos todos y ver ahí reflejado, toda la familia que creamos en el rodaje y como que es un gusto también, un orgullo poder verla ahora.
—Diego Rey: Pues, estoy muy feliz de poder, como han dicho, mostrar de cómo ha sido el proceso de tantos años hasta que hemos podido ver el resultado y ver plasmado como las historias que contamos hace dos años, que es como wow, que bonito ha quedado, que es real, que como se note ese cariño, en todo este proceso. Así que muy orgullosos y muy satisfechos con todo.
—Iría del Valle: Éramos conscientes en todo momento de que teníamos el papel de dar voz y de representar algo que sucede de una forma muy bonita y muy realista, entonces nos hacía mucha ilusión. También teníamos un peso muy grande y ver la acogida tan bonita que ha tenido y que ha llegado al final el mensaje que queríamos transmitir es lo que al final lo que reconforta todo el trabajo.
—La serie muestra una realidad o una verdad de los jóvenes de hoy en día. Cuénteme un poco, cuando ustedes leyeron el guion, digo, seguramente ahí ya habían visto producciones o habían participado en otros proyectos, pero, cuando lo leyeron, ¿qué fue lo que más les hizo decir, bueno, yo quiero ser parte del proyecto?
—IDV: Yo sobre todo, cuando lo leí, vi que hablaba de temas que actualmente yo vivo y gente de mi entorno también vive. Por lo tanto, representa nuestra sociedad y nuestra generación bastante bien, pero lo cuenta de una forma, pues, muy realista y muy cercana. Entonces, el ver que no íbamos a contar nada idealizado ni nada más allá de la realidad era como las ganas de poder ser ese altavoz.
—MI: Yo creo que fue muy bonito. Cuando leí y cuando me llegó el proyecto dije: vale, una serie adolescente. Pero de repente como que leímos que era muy distinta a todo el resto y como que hay cosas que nunca se habían contado, que de repente están siendo reflejadas y yo creo que fue ese como el motor de: esto se tiene que contar. Y qué mejor orgullo que contarlo desde mi cuerpo y mi voz, eso fue como el motor para coger el proyecto.
—IK: Yo creo que a mí, personalmente, me tocó mucho la historia de Walter, y la de todos y cada uno de ellos. Es cierto que es como que son distintas realidades de la vida adolescente y eso es a mí lo que me motivó al final. Porque es como que también muestra mucho la realidad de las redes sociales, que es como que se crea conexión por las redes sociales y es como una mala imagen que se ve ahora mismo en la sociedad, por decirlo de alguna forma, y creo que es importante como mostrar todas las caras también y tal.
—DR: Sí, sobre todo cómo Nando López y Estel Díaz crearon este proyecto y cómo lo han enfocado a la generación Z, por así decirlo, que es nuestra generación. Y ver que una serie adolescente trata tramas muy reales, muy crudas y cómo lo han reflejado y cómo lo han llevado nuestro terreno, como nos han ayudado, y aunque no es fácil, aun así. Como todas nuestras tramas que cuentan, da vértigo, pero estoy muy orgulloso de haber cogido y que me hayan ofrecido este papel para contar esas historias.
—¿Cuál fue la escena más difícil que les tocó rodar?
—DR: A mí personalmente me costó mucho la parte a obvia, que es la primera secuencia que tengo con Igor, y de la que tengo con Igor en el coche. Porque es, aparte de movimiento, como muy compleja, que gracias a esas coordinadoras de intimidad nos ayudaron como a crear esa coreografía y como a conocer el cuerpo con cuerpo, que desde el respeto y desde el cariño, al fin y al cabo, fue un bonito proceso. Pero sí es verdad que de cómo se creó y cómo se ve desde fuera es como creo que la más impactante y como que la más incómoda que he vivido yo.
—IK: Yo, personalmente, difícil, difícil, tampoco voy a decir que fue muy difícil porque al final creo que hemos tenido como un apoyo de un equipo increíble que nos ha facilitado todo el trabajo, no solamente los compañeros, sino también como decía Diego, las coordinadoras de intimidad, de producción, de dirección. Creo que ha sido un rodaje bastante cómodo, bastante libre por decirlo de alguna forma, a cómo lo vemos nosotros por lo que estábamos como más cómodos a jugar con el personaje, por decirlo de alguna manera. Pero sí que es verdad que hay alguna escena que me ha tocado mucho más. Por ejemplo, una escena que tengo con mi madre en la que me sincero con ella, es una escena muy dura, que también es como que tiene mucho peso y una escena que hay como un descontrol en el vestuario, que también me costó bastante. Pero al final, con el apoyo del equipo, creo que hemos conseguido estar cómodos y llevarlo a lo más real posible.
—MI: A mí, tengo que decir que Erika tiene escenas muy duras, porque al final está contando un trastorno de la conducta alimentaria, que es un temazo y es verdad que tengo muchas escenas de ataques de ansiedad. De la primera escena que rodé, que creo que fue en el capítulo cuatro, cuando estamos en la discoteca a la última, que fue del capítulo cinco, yo sí que vivía una evolución muy fuerte como con el equipo. Como de cariño y cuidado y sí que recuerdo que la primera me costó muchísimo rodarla y que fue como duro salir de ahí, pero ya la última la recuerdo como de liberación, fue maravilloso. Y realmente podría decir que la pasé mal, pero es que no es verdad, o sea, acabé como riéndome con el equipo diciendo: guau, cómo he hecho esto ahora, qué guay, qué chulo. Luego también recuerdo mucho la escena del capítulo siete, que estoy con Luna en el centro comercial, que ese día yo pensaba, madre mía. Pero además eran las cuatro de la mañana, no sabía cómo iba a sacar esto y gracias a Iria y a todo el equipo que estaba ahí en silencio, cuidándome, no sé, creo que salió una cosa muy, muy chula, o sea, yo diría que claro que hay muchas escenas que me costaron, pero que al final gracias al cariño y al apoyo como que salieron bastante bien y yo estoy contenta.
—IDV: Yo no tengo escenas de tanto voltaje de intensidad, pero personalmente la trama de Luna me toca más de cerca. Y, por ejemplo, rodar la escena de la despedida con su mejor amiga es algo que en su momento me costó mucho. Luego cuando lo ves en pantalla, queda muy guay y quedó muy bien, pero fue una llorera en el rodaje y tirando por el terreno de intimidad. No sé si puedo decir esto, es un poco spoiler, pero bueno, la masturbación que tiene Luna fue muy complicada. Pero bueno, es lo que han dicho, contamos con las coordinadoras de intimidad, que al final a mí me lo pusieron muy fácil, me dieron mil y una opciones y en todas estuve bastante cómoda. Siempre estás muy bien acompañada y demás, pero bueno, fue dura.
—MI: Es verdad que las escenas de intimidad, que teóricamente parecen las más duras desde fuera, creo que todos estamos de acuerdo en que gracias a esa ayuda y ese cariño y esa atención tan increíble, al final para mí fueron como hasta las más aburridas. Te podría decir que eran como: otra vez, madre mía, de besarme con esta gente. Fue como chulo, también, como que lo pintaran como una escena más.
—IDV: Y dentro de que al final no es la escena más divertida de hacer conseguías estar cómoda, reírte... yo recuerdo tener ataques de risa durante escenas de intimidad, de decir, madre mía, te pinta una escena intimida para rodarla y lo último que piensas es que te vas a estar, pues, descojonando.