Mientras la diva busca a las actrices para interpretarla en su biopic, los internautas no olvidaron que en marzo de 1989 un tema de su autoría revolucionó todo.
Madonna adoptó a la ciudad de Nueva York y la ciudad la adoptó a ella. Trabajó demasiado para llegar a las grandes ligas de la música y cuando llegó, se transformó en la niña rebelde de la industria, aquella que mostraba los dilemas de la juventud desde sus canciones y su inconfundible baile que marcaron la década de los 80.
Like a prayer fue su cuarto disco de estudio y funcionó como un punto de inflexión. Fue la bisagra de la puerta que le dio entrada a una etapa de maduración musical pero, sobre todo, a la coronación como Reina del Pop. Porque este disco, con su canción homónima, tocó todas las fibras de una cultura que Madonna estaba dispuesta a interpelar para denunciar el racismo, el machismo y la discriminación.
Con guitarras nada más ni nada menos que de Prince, el disco salió a la luz en marzo de 1989 y su primer corte de difusión fue la canción homónima del trabajo. Y así comenzó la polémica. El propio papa Juan Pablo II, en su momento al frente de la Iglesia católica, llamó a boicotear a Madonna y a los productos que ella promocionaba, como por ejemplo Pepsi.
El rechazo del Vaticano se dio porque en el videoclip la Reina del Pop aparece con cruces prendidas fuego y con escenas de erotismo que involucraban simbología religiosa. En rigor, en el corto se cuenta una historia en la que la intérprete presencia un crimen cuya narrativa denuncia el racismo estructural de la sociedad estadounidense.
El corto cuenta la historia que es el corazón de la crítica de esta pieza musical. “La víctima del homicidio es una mujer, quien fallece a manos de miembros del Ku Klux Klan. Cuando un hombre negro asiste a socorrerla, es arrestado por la Policía. Este hecho, mismamente, es el desencadenante de la crítica antirracista de Like a prayer”, escribió el usuario de Twitter @SergioOpina_, quien realizó un muy elogiado hilo con la conmemoración de este tema.
Y agregó: “Las imágenes de Madonna entre cruces ardientes simbolizan la transgresión absoluta de la cultura popular en pos de su significación política y supone, con alta probabilidad, el manifiesto antirracista más sagaz que jamás haya ideado una artista pop blanca”.
“Like a prayer cristaliza las implicaciones sociopolíticas que la cultura pop puede imbuir, es un hito de la secularización de la música contemporánea y, además, uno de los episodios más disruptivos de la historia del feminismo inmortalizado en la esfera artística”, culminó.
La incorporación del góspel, la representación de una pareja interracial, santos negros y metáforas que vinculaban al acto de rezar con lo sexual. Transgresiones que generaron polémica en las altas esferas de algunas instituciones, pero que coronaron a Madonna como la indiscutible Reina del Pop.
La biopic de Madonna
Siete actrices y cantantes están audicionando para encarnar a la mismísima Madonna en la biopic que ella misma está produciendo. Florence Pugh, Julia Garner, Alexa Demie, Emma Laird, Odessa Young, Bebe Rexha y Sky Ferreira son los nombres que han circulado en la prensa.
Se dice, además, que el casting está siendo muy extenuante, ya que en general las jornadas son de más de once horas de ensayos y varios cambios de imagen para las aspirantes a hacer el rol. Y no es para menos.