“Somos muy afortunados, tenemos un tesoro enorme en el corazón”
En diálogo con diario Hoy, los hermanos Weinbaum adelantaron lo que vendrá en la nueva temporada de MDQ, para todo el mundo.
ENTREVISTA EXCLUSIVAEn diálogo con diario Hoy, los hermanos Weinbaum adelantaron lo que vendrá en la nueva temporada de MDQ, para todo el mundo.
08/08/2020 - 00:00hs
Comenzaron hace tres décadas filmando fiestas de 15 para poder pagar los VHS y emitir el programa en el canal de cable de Mar del Plata. Nacidos en el seno de una familia trabajadora, sintieron que tocaron el cielo con las manos cuando les empezaron a pagar por hacer lo que amaban. Hoy se definen muy afortunados, porque si bien no tienen nada acumulado, guardan un tesoro enorme en el corazón. Aseguran que su medición del minuto a minuto es cuando salen a la calle y la gente les expresa su cariño y amor.
Eugenio y Culini le dieron varias veces la vuelta al mundo, por lo que podría decirse que son un atlas abierto. Del otro lado del teléfono, cuentan sus historias con el mismo entusiasmo que transmiten del otro lado de la pantalla, y con sus descripciones te llevan a viajar en tiempos de pandemia.
—Están saliendo las repeticiones de MDQ, pero ya tenían en marcha la nueva temporada, ¿qué sucedió?
—Eugenio: Como a todo el mundo nos agarró la pandemia. Viajamos y logramos tener el material para un 70% de lo que va a salir al aire. Normalmente arrancamos con esa base y después desarrollamos el resto del contenido; pero si empezábamos ahora nos íbamos a quedar a la mitad de camino. Así que hay una incertidumbre total sobre cuándo vamos a salir.
—Culini: Lo que se sabe es que va a haber una nueva temporada de MDQ y que nosotros mismos estamos muy sorprendidos de lo que grabamos.
—¿Qué nos pueden adelantar?
—E: Estuvimos en Etiopía y Uganda donde vimos a los últimos gorilas de montaña. Es impresionante verlos cara a cara porque son enormes y te intimidan muchísimo. También estuvimos en Harar, una ciudad amurallada de Etiopía, donde le dimos de comer a las hienas salvajes y fue impresionante.
—C: Fuimos a un ritual de espiritismo en la montaña de Sorte en Yaracuy, un pueblo de Venezuela, donde les bajan espíritus y pueden caminar sobre brasas y llamas, pero no les queda ni una ampollita.
—E: Y en Venezuela también estuvimos en el lugar de mayor concentración de rayos y relámpagos de todo el planeta. Es donde se produce el fenómeno del relámpago del Catatumbo, tiene el récord Guinnes de mayor concentración de caída de rayos y relámpagos, son como 60 por minuto.
Deportes extremos y cultura
Consultados acerca de los riesgos que toman, Culini explica: “No es que nos arriesgamos porque sí, sino que es parte de nuestra formación. Algunas cosas son mezcla de cultura con deporte extremo. Esas notas son las que más nos gustan porque dejan algo, una enseñanza”. Y a modo de ejemplo, recuerda cuando fueron a Colombia a conocer a los niños del cable. Respecto a cuál es el límite, Eugenio aclara: “El punto radica en que no somos profesionales. Somos dos personas comunes y corrientes que por el trabajo y el gusto nos animamos un poquito más”. En este sentido, Culini añade: “El límite es un poco la intuición, hasta donde nos animamos en el momento, qué sensación nos da”.
Sin embargo, ambos coinciden en que por eso deciden viajar solos, primero porque no exponen a nadie y segundo porque les habilitan más espacios: “Como somos dos personas que van con una camarita familiar, ellos no se sienten invadidos e incluso nos van invitando a que grabemos, nos dejan participar y hasta nos ubican para que salga mejor”.
“MDQ es una manera de vivir”
Culini asegura: “Lo que se generó a través de MDQ es una manera de vivir. De hecho, viniendo de un lugar humilde conocimos lugares que tal vez ni siendo multimillonarios hubiéramos conocido por el mismo riesgo que significa ir y porque van mucho más allá de lo económico”. Y Eugenio reafirma: “A nosotros nos nutre también porque vas aprendiendo de cada cultura. Tenemos miles de experiencias, de lugares, de destinos, de viajes”. Sin embargo, después de 30 años recorriendo, al ser consultados por su lugar en el mundo, no dudan. A dúo y en stereo, afirman: “Mar del Plata”. “Es el lugar donde echamos raíces y donde amamos vivir”, concluyen.