Wanda Nara y Mauro Icardi, la historia de un amor como no hay otra igual

En la década del 2000, la bailarina y vedette Wanda Nara se convirtió en una figura de renombre por sus participaciones en certámenes de baile, canto y patín. También transitaba un noviazgo con Maxi López, un deportista internacional. Luego se casaron y fundaron una familia con tres hijos llamados Valentino, Benedicto y Constantino, que fueron criados en el viejo continente. Esto sucedió porque el futbolista ejerció allí su carrera.

Tiempo después, el matrimonio se terminó y continuaron caminos por separado. La rubia conoció entonces a Mauro Icardi, con quien apostó a sus segundas nupcias y llegaron Isabella más Francesca para sellar la felicidad. Además, la rubia se consagró como conductora y panelista en Europa, y como representante de su esposo.

Todo marchaba sobre ruedas, sin embargo, debido a un affaire que el muchacho tuvo con una actriz argentina, tuvieron una distancia, pero volvieron a arreglarse. Luego la mujer viajó a nuestro país para cumplir con obligaciones laborales e inició los papeles de separación y división de bienes. Esto sucedió de común acuerdo con la mediación de Ana Rosenfeld, que es íntima amiga de la pareja y que ofició como parte conciliadora.

En este contexto se dieron algunos encuentros, pero los famosos no confirmaban un acercamiento, sino que por el contrario decidieron tener un bajo perfil al respecto insistiendo en que había una distancia ­certera y no sabían que iban a decidir. ­Asimismo, Mauro firmó un contrato para formar parte de un equipo en Estambul, por lo que la familia entera se radicó allí para poder estar en comunión hasta que Wanda terminara el trabajo en la Argentina para sumarse luego.

Una vez que todo estuvo listo, la rubia viajó y se instaló en un hotel, para reencontrarse desde otros lares. La pareja tomó la decisión de viajar con destino a Maldivas, donde descansaron y pudieron limar diferencias y asperezas. Todo marchó sobre ruedas porque comenzaron a realizar publicaciones en sus redes sociales que los mostraban cercanos y cómplices, dando cuenta de una posible reconciliación. Parece ser que el amor entre ellos fue más fuerte que todos los huracanes enfrentados.

El primero fue Icardi, que subió una postal de ellos y a modo de epígrafe sentó las bases de esta buena nueva: “No era la mujer de mi vida, era mi vida convertida en mujer. Las historias de Disney también tienen segundas temporadas. Te amo Wanda”. Esperó unas horas para agregar una historia donde se los ve juntos antes de disfrutar de los paisajes en el extranjero con la leyenda “Unos días en el paraíso”.

Luego del viaje, la pareja regresará a su casa para continuar con las obligaciones laborales y las familiares. Por otro lado, Wanda va a ser la figura de una serie de programas breves que darán cuenta de la cobertura del Mundial y otros sobre pautas comerciales.