Se construiría a 440 metros de la costa de Montevideo y ocuparía 36 hectáreas.
Luis Lacalle Pou firmó el pasado 9 de mayo una resolución por la cual acepta “la iniciativa privada presentada por la empresa Jirkel S.A., denominada ‘MDV360’”, considerada por el Ejecutivo como un proyecto “de sumo interés”.
Entre la escasa información presentada en la página web del proyecto está escrito que: "MVD360 se constituye como un proyecto de escala país, proponiendo un nuevo landmark para la región; y priorizando la ciudad de Montevideo como lugar de implantación". Por otro lado, en dicha web se detalla que se prevé una inversión privada que ronda los 2.300 millones de dólares.
La isla artificial, que ocuparía 36 hectáreas, se ubicaría a 450 metros de Montevideo, más precisamente de la rambla del barrio Punta Gorda, sobre el Río de La Plata. A su vez, constaría de un puente que la conecte con tierra.
La resolución que firmó el presidente uruguayo afirma que la isla tendrá “un puerto deportivo, emprendimientos inmobiliarios y zonas para uso público de esparcimiento y recreación”. Dicho puerto se espera albergue aproximadamente 300 embarcaciones, mientras se habla de que serán 36 los lotes inmobiliarios que consistirán de un número igual de torres.
Tejo Mattioli, sociólogo uruguayo, hizo mención del proyecto vaticinando que la inversión, que apareció de la nada, se irá de la nada. "Esa gente no son inversionistas, sino que lo que buscan son inversionistas. Ellos consiguen el permiso del Estado uruguayo para construir esta locura, pero no tienen los 2.000 millones de dólares, y con el permiso se van a buscar quién puede invertir eso, porque tienen un Estado amigo que los banca. Es especulación inmobiliaria, de la más complicada que hay", dijo Tejo al referirse al plan de la isla artificial y sus supuestos inversores.