“No maté a esa chiquilina, nunca la vi ni hablé”, dijo el acusado de asesinar a Lola Chomnalez

El sujeto fue arrestado la semana pasada luego de que se encontrara su ADN en un bolso de la joven argentina asesinada en una playa de Uruguay en 2014.

"Nunca he matado a nadie. Ni una mosca. Quizás estuve mal todo este tiempo por no haber hablado. No maté a esa chiquilina. Nunca la vi, ni hablé”, aseguró el detenido por el crimen de Lola Chomnalez, la joven argentina cuyo homicidio fue cometido en Uruguay en 2014.

Siguiendo con su relato, el acusado aseveró: “Cuando bajé a la playa, caminé una cuadra y algo y noté a lo lejos que había algo. La gente iba y venía pero me senté al lado de la mochila. La abrí, cuando vi que no había nadie, vi el monedero, tomé el monedero, saqué la plata”.

Asimismo, el individuo declaró que trabajaba en un supermercado de la playa y que solía ir al lugar donde encontró las pertenencias a tomar mate. No obstante, el juez Juan Giménez Vera, a cargo del caso, difundió los fundamentos por los que procesó al sospechoso.

“Dijo haberse lesionado la mano izquierda, que a sus efectos es la inhábil dada su condición de diestro, no haciendo alusión a ningún tipo de acto violento que provocara que luego de 20 minutos y de cubrir la herida con dos curitas esta, por algún tipo de mecanismo que no describió, quedara a la intemperie y se produjera un nuevo sangrado, justo en el momento en que toma contacto con el DNI y la toalla de Lola”.

“¿Es lógica la descripción que realiza sobre el depósito de su sangre en los objetos premencionados? No. No lo es. Y tal versión del suceso no puede más que calificarse como apartada de los límites de la verosimilitud”, aseguró el juez, según consignó el portal uruguayo El Observador.

Cabe recordar que el sospechoso, de 39 años, fue detenido en el Chuy, en el límite con Brasil.

Según lo que pudieron recabar los investigadores, distintos testigos señalaron que era frecuente verlo en la zona de Castillos y Rocha.

El hombre tiene antecedentes penales por otros hechos, por lo que su ADN estaba incorporado al banco genéticos de procesados penalmente. Esto permitió realizar un cotejo con el hallado en una cédula y la mochila de la víctima.

Además, en el marco de la causa hay un acusado de “encubrimiento”, Ariel Moreira, apodado “El Cachila”, para quien la fiscal Pereira solicitó el mes pasado una condena a 10 años de prisión, requerimiento que aún debe resolver el juez Vera.

Por su parte, Diego Chomnalez, padre de la víctima, viajó a fines de abril a Montevideo y se reunió con el fiscal de la Corte, Juan Gómez, para interiorizarse de las últimas novedades de la causa y solicitar junto a sus abogados que continuasen con la búsqueda de los otros copartícipes del crimen.

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