La doctora y coordinadora nacional de la Jornada Mundial de la Trombosis, Dolores Puente, habló con diario Hoy sobre cómo evitar episodios de esta afección, sobre todo en pandemia.
En el marco del Día Mundial de la Trombosis, que se conmemora cada 13 de octubre, la doctora Dolores Puente, médica hematóloga del Servicio de Hematología de la Fundación Favaloro y miembro del Grupo Argentino de Hemostasia y Trombosis (Grupo CAHT), aseguró a diario Hoy que un 3% de las personas hospitalizadas por Covid “presentan eventos trombóticos entre las 2 y las 6 semanas posteriores al alta”.
Desde el Grupo CAHT señalan que la trombosis es la formación de un coágulo de sangre en un vaso sanguíneo, vena o arteria, que una vez que se produce puede bloquear el flujo sanguíneo normal e incluso desprenderse y viajar hacia un órgano. El tromboembolismo venoso o TEV es una afección en la que se forman coágulos de sangre con mayor frecuencia en las venas profundas de las piernas, conocidas como trombosis venosa profunda o TVP, y pueden viajar en el torrente sanguíneo y alojarse en los pulmones, evento conocido como embolia pulmonar o EP.
Para Puente, “una cosa es la trombosis como enfermedad y otra, como mecanismo. Esta última es la principal causa de los ACVs, infartos de miocardio y de embolia pulmonar. La trombosis como enfermedad, es decir, la trombosis venosa, afecta a las venas y genera la TVP que afecta principalmente a las venas de los miembros inferiores, y a los pulmones”.
Si bien hay varias causas asociadas a la trombosis, Puente explicó que “puede haber una predisposición genética, como el caso de la trombofilia hereditaria”, pero principalmente los episodios “tienen que ver con hábitos como el tabaquismo, la diabetes, la obesidad, pero sobre todo la inmovilización: el sedentarismo y la inmovilización son las principales causas de la trombosis. Por eso es tan frecuente en pacientes que están inmovilizados o en pacientes que después de una hospitalización permanecen en reposo”.
El contexto de ASPO
El contexto de pandemia mundial ha promovido en gran escala el trabajo remoto, algo que sin lugar a dudas contribuye al sedentarismo. No obstante, también propician la inmovilización los viajes prolongados en aviones, colectivos o autos. A este respecto, la especialista de la Fundación Favaloro señaló que para evitar episodios de trombosis es necesario “hacer una mínima caminata de cinco minutos para movilizar las piernas después de estar quieto entre 45 y 60 minutos. Sobre todo en personas que tienen factores predisponentes y antecedentes de hipertensión, diabetes, o que permanezcan sentadas seis horas seguidas, ya sea en teletrabajo o en su trabajo habitual”.
“El otro gran problema que surgió con la pandemia es que mucha gente ha dejado pasar o ha ignorado la sintomatología que en otro momento lo hubiera obligado a consultar. O no ha consultado por miedo y, cuando llegan, llegan con trombosis muy extendida que ha afectado al pulmón”, remarcó.
No se pasa con un ibuprofeno
Puente detalló que una trombosis venosa profunda en la pierna se reconoce porque la extremidad se hincha, se pone hematosa, caliente y duele. “El dolor de la trombosis solamente mejora con el tratamiento. No se pasa con un ibuprofeno”, dijo.
En tanto, para “el paciente que ya tiene la afectación en el pulmón es bien característico cierta dificultad respiratoria, falta de aire, un dolor que se conoce como puntada de costado. En algunos casos, incluso, aparece taquicardia y un dolor que algunos lo confunden con un infarto”.
“Cuando a alguien le pasa esto tiene que ir a una guardia. Un médico de guardia está perfectamente familiarizado con ese cuadro”, concluyó.