Alimentación viva: una tendencia saludable que crece

Es también conocida como Raw Food. Se trata de una dieta basada exclusivamente en alimentos crudos.

En todo el mundo están apareciendo, cada vez con más fuerza, los movimientos que buscan lograr estilos de vida más saludables y conectados con la naturaleza. Generalmente, la alimentación es la base de todas estas tendencias y, mientras algunas desaparecen efímeramente otras terminan instalándose con el paso del tiempo. 

Eso parece ser lo que está sucediendo con la Raw Food o Alimentación Viva, una tendencia alimentaria que nació hace más de cincuenta años pero que en nuestro país comenzó a crecer en la última década. A grandes rasgos, este movimiento defiende el consumo de alimentos crudos (o cocidos a sólo 40 grados). 

Cada vez son más los argentinos que se inclinan por este tipo de dietas y, de hecho, la mayoría de los restaurantes vegetarianos ya contemplan incluir platos preparados íntegramente con vegetales o legumbres crudas. 

Beneficios puros

Según la licenciada en Nutrición Natalia Rey, la Alimentación Viva es una opción sumamente positiva y cada vez genera más adeptos en Argentina: “Es una alternativa muy saludable, siempre y cuando contemple el requerimiento de la persona. No implica ningún riesgo pero sí se recomienda que sea seguida por un profesional. Hoy en día hay muchos nutricionistas que se dedican exclusivamente a este tipo de dietas”, dijo a Hoy. 

La experta subrayó que los beneficios de la Raw Food radican, fundamentalmente, en que se consumen “alimentos lo más puros posibles”. “Cuando se cocinan los vegetales, por ejemplo hirviéndolos, pierden hasta un 50% de proteínas y carbohidratos, un 70% de vitaminas y el 90% de los micronutrientes”, agregó. 

Estilo de vida

Un punto clave de esta nueva tendencia radica en comprender que no se trata única y simplemente de comer alimentos crudos. La Alimentación Viva tiene que ver con un estilo de vida y con una visión de mundo que intenta enfocarse en el respeto por el cuerpo humano y por la naturaleza. 

En este tipo de preparaciones, además de eliminarse los alimentos de origen animal, se suprimen lo más posible todos los productos que contengan agrotóxicos o sustancias nocivas. Por ello, los defensores de esta corriente prefieren cultivar sus propios vegetales o bien conseguirlos en mercados orgánicos. “No es sólo bienestar individual sino también tener una conciencia más global”, finalizó Rey. 

Cinco al día

A pesar de los beneficios que reporta la Raw Food hay muchas personas a las que les cuesta abandonar la cocción de los alimentos. Es por eso que la nutricionista Natalia Rey brindó algunos consejos para que la dieta sea equilibrada. 

“Sabemos que se pierden muchas vitaminas y minerales cuando cocinamos las verduras. Se aconseja la regla ‘Cinco al día’; es decir, todas las personas deberían consumir esa cantidad de porciones de frutas y verduras crudas para alcanzar los niveles de micronutrientes necesarios al día”, subrayó la experta. 

Además, agregó que quienes prefieren los vegetales cocidos deben tener en cuenta el tipo de técnica que utilizan para prepararlos. Sin dudas, la mejor opción –y en la que se pierden menos nutrientes- es cocinándolos al vapor. “Sin embargo, hay que prestar atención a la distancia entre el colador y el agua. Cuando no hay una buena distancia, no se produce la cocción al vapor sino por una especie de traspiración”, finalizó Rey.

Postre Raw

Lejos de lo que se pueda pensar, las comidas a base de alimentos crudos tienen mucho sabor ya que los productos “no pierden nada” durante la preparación. Los platos que se pueden realizar son innumerables pero, en general, requieren tiempo y paciencia. La Raw Food no se trata de consumir únicamente una manzana sino que debe ser tan completa como cualquier otra dieta. 

Las técnicas culinarias preferidas en este tipo de preparaciones técnicas son la deshidratación, la germinación, el procesamiento y el licuado de los ingredientes para conservar lo mejor de los nutrientes.

Si querés interiorizarte con este tipo de alimentación, te recomendamos empezar con preparaciones simples como, por ejemplo, este postre de banana y cereza.

Lo primero que debés hacer es pelar y poner una banana en el freezer o congelador y luego procesarla junto a un puñado de cerezas (se recomienda no freezar las cerezas para no forzar la procesadora). Cuando se obtenga una mezcla cremosa y homogénea, colocar en un pote con trocitos de coco y pasas de uvas. ¡Nada mejor para terminar una cena!