“Café pendiente”: una iniciativa que regresa a la ciudad

Un kiosco del centro le ofrece a sus clientes que dejen paga la infusión para dársela a quienes más la necesitan. Piden que la propuesta se extienda

Con la llegada de los primeros fríos extremos a la ciudad, no hay abrigo que alcance para combatir las bajas temperaturas. En este contexto, un kiosco de la calle 46 entre 4 y 5 decidió volver a implementar la modalidad del “café pendiente”, un sistema solidario que permite que aquellos que puedan hacerlo dejen pago un café y un alfajor, para que luego los consuma alguien que lo necesite. 

“Arrancamos el año pasado, pero sin mucho éxito. Teníamos una má­quina de café caro y la gente no se copaba mucho con la propuesta, por el precio. Por este motivo, este año ofrecimos uno más económico y los clientes respondieron de manera notoria. Por 15 pesos le dejan pago un café y un alfajor a otro que lo necesita”, explicó Lautaro Di Marco, propietario del comercio. 

Según comentó el joven, que desde hace un año está al frente del kiosco, la modalidad la implementó tras una sugerencia de un vecino: “Me co­mentó que lo había visto en Capital y que funcionaba muy bien. Ya tenemos casi 60 cafés pendientes”.

Consultado sobre la forma en que la novedad se da a conocer a quienes finalmente reclaman la infusión gratuita, Lautaro explicó que “se enteran bastante rápido”. Además, reconocen el logo (una taza humeante con un corazón en el centro), que in­dica que en ese lugar se entregan “cafés pendientes”. 

“Es muy fuerte ver la cara de frío con la que ingresan. Realmente necesitan algo para calentar el cuerpo”, comentó Lautaro.

Emocionado por las devoluciones que recibe por parte de los más necesitados, el joven estimó que “si cada uno tuviese un pequeño gesto, creo que no habría gente en situación de calle. En lo que me toca, me pone contento poder darles una mano a los que lo necesitan”.

Como una escena que se le repite, Lautaro aún mantiene el recuerdo de la ocasión en la que entró una señora mayor muerta de frío y “se tomó el café con unas ganas y una desesperación que fue algo muy fuerte”.  

Muy reconfortado con todo lo que se generó a partir de la idea, Lautaro invitó a todos los comerciantes de la zona a que se sumen a la iniciativa. 

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