Científicos luchan contra pseudoteorías de internet

Difundidas a través de la web, gran cantidad de falsas hipótesis son tomadas como voces autorizadas en la materia. Especialistas buscan prevenir a la población sobre los denominados “comerciantes de la duda”

Interés General

17/01/2018 - 00:04hs

Con la llegada de internet comenzaron a proliferar pseudoteorías científicas, tales como las que sostienen que la Tierra es plana o que los humanos no son responsables del cambio climático. 

Un estudio reciente hecho en Francia mostró que un 79% de los ciudadanos cree en este tipo de teorías con poco sustento científico. Por ejemplo, un 16% piensa que el hombre nunca llegó a la Luna y un 9% cree que es posible que nuestro planeta sea plano.

Respecto a las noticias relacionadas con el medio ambiente, la climatóloga Valérie Masson-Delmotte dijo en un coloquio en París: “Nos enfrentamos a una voluntad deliberada de manipular a la opinión pública”.

La especialista integra un grupo de expertos  en clima de la ONU y denomina a los generadores de falsas teorías como “comerciantes de la duda”. Según su apreciación, estas personas buscan, fundamentalmente, limitar la regulación medioambiental. Sin embargo, las motivaciones de los propagadores de noticias falsas no son solo económicas: pueden ser religiosas, ideológicas o a veces más personales, como la búsqueda de fama.

Para el periodista especializado Nicolas Chevassus-au-Louis las noticias falsas “proceden de una misma retórica”. “Se empieza por generar una duda. El método más eficaz consiste en subrayar las supuestas incoherencias de la versión oficial, aferrarse a un detalle e insistir al máximo sobre ello”, explicó al respecto. Señala, por ejemplo, que una pregunta falaz recurrente es: “¿No te parece extraño que la Antártida no parezca fundirse?”.

Una vez que se sembró la duda, se presentan “versiones alternativas”, como la idea de que el cambio climático podría estar ligado a la actividad solar y no a la del hombre, como se ha establecido científicamente. Luego, según Chevassus-au-Louis, por medio de testimonios de personalidades y publicaciones presentadas como “científicas” (las llamadas “revistas depredadoras”) se intenta convencer al público de la veracidad de la versión alternativa.

Para peor, discernir entre una información rigurosa y verificable y una opinión puede resultar muy difícil para el público cuando se trata de temas científicos. “Tenemos todos una responsabilidad: la enseñanza, los medios, los investigadores y los organismos, por no haber logrado enseñar a la gente a ver esa diferencia”, reflexionó Masson-Delmotte.

Por otro lado, los expertos alertan que la ciencia hace frente a otras dificultades a la hora de llegar al público. El año pasado “el 33% de los artículos más populares en internet sobre clima en la prensa anglosajona contenían informaciones falsas”, aunque no todas fueran malintencionadas, afirmó el climatólogo Emmanuel Vincent. Masson-Delmotte explica que internet ha incrementado el desfase de ritmos de la actualidad y el conocimiento científico.

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