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Descansar y viajar no siempre son sinónimos. Las opciones para disfrutar del verano en la ciudad están al alcance de la mano
18/12/2020 - 00:00hs
Lo primero que hay que decir sobre pasar el verano en el cemento es que esto no necesariamente implica quedarse dentro de casa. Recientemente, un estudio del Observatorio Gente en Movimiento reveló que el 75% de los residentes de la ciudad de Buenos Aires no se tomarán vacaciones fuera del distrito por la pandemia de Covid-19. Y si bien no hay precisiones sobre los números de la ciudad de La Plata, podría pensarse que es posible un escenario similar.
A la hora de proyectar las vacaciones, no solamente pesa la situación epidemiológica, sino también el bolsillo de los argentinos; en muchos rubros, la pandemia golpeó fuerte y recién en los últimos meses se observa un repunte general. Frente a este contexto, quedarse en casa asoma como una opción con la que hay que amigarse.
Además del hecho obvio de que cuesta dinero, planificar vacaciones y viajes es para muchas personas una situación estresante: poner en condiciones el auto, conseguir pasajes y estadía, las distancias y las horas de viaje, los tiempos muertos y los imponderables son a veces factores que rápidamente acaban con la felicidad.
Las vacaciones son un tiempo para oxigenar física y mentalmente el cuerpo, independientemente del lugar donde se esté. Cambiar de hábitos y rutinas implica tomar vacaciones de las costumbres, y esto es algo que puede hacerse en casa. Desde la Psicología se dice que la infelicidad deriva de una brecha entre expectativas y realidad; por lo tanto, moderar las expectativas es un aspecto clave para no pasar un mal momento.
En sintonía con lo anterior, también es fundamental planificar pequeñas acciones, como una reunión con amigas y amigos, un día de pileta o una escapada al parque o a ver el río. Si no se planifica nada, como es fácil pensar que se disfrutarían más las vacaciones, se corre el riesgo de gastar los días en nada más que ver series o en perderse en las redes sociales.
Otra de las claves de disfrutar las vacaciones en casa es actuar como un turista, extrañarse del entorno y revisitar sitios cercanos o que estén a pocos minutos de viaje. Recorrer museos, paseos, monumentos y otros atractivos que, en muchas ocasiones, pueden hacer viajar a las personas en el tiempo, a otro momento de la vida.
Por último, aunque el esparcimiento y el ocio están asociados a no hacer nada, las vacaciones también pasan por ocupar el tiempo en aquellas cosas que la vida laboral diaria relega.
Entonces, trabajar en otros proyectos también es tomarse vacaciones. Ya lo decía uno de los personajes de ficción más famosos de la historia, Sherlock Holmes: el mejor descanso es un cambio de ocupación.