La misión china Chang’e-5 volvió a la Tierra con material lunar

La sonda espacial Chang’e-5 aterrizó con éxito en la región de Mongolia Interior con las primeras muestras de la Luna en los últimos 44 años. La misión permitirá perfeccionar las tecnologías necesarias para enviar astronautas chinos al satélite natural terrestre, así como investigar la historia temprana del mismo.

De esta manera, la República Popular China se convierte en el tercer país en traer muestras lunares, luego de las misiones de Estados Unidos y la antigua Unión Soviética, que tuvieron lugar en las décadas de 1960 y 1970.

Por su parte, el presidente Xi Jinping felicitó a los equipos que formaron parte de la misión. “Este brillante logro quedará para siempre grabado en la memoria de nuestra patria y de nuestro pueblo”, señaló el mandatario.

Si bien fue un operativo complejo, el éxito de la cápsula asiática es un reflejo del trabajo realizado por China en materia espacial. La misión requirió del desarrollo de un orbitador, un módulo de aterrizaje y ascenso, y un componente de retorno.

Chang’e 5 fue lanzada el 24 de noviembre desde la isla tropical de Hainan, al sur de China, y se posó en una zona montañosa de la superficie de la Luna el 1° de diciembre, con el objetivo de recoger unos dos kilos de materia lunar. “Hasta ahora, esto no lo había hecho nunca nadie”, sostuvo Jonathan McDowell, astrónomo del Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica, en Estados Unidos. “El hecho de que todo haya transcurrido sin problemas es una señal de la madurez del programa espacial chino”, añadió.

De acuerdo a lo informado por las autoridades del gigante asiático, cada año se invierten miles de millones de dólares en el sector espacial con el fin de alcanzar el desarrollo de otros países como Rusia, Estados Unidos y algunas naciones de Europa.

Más allá del desafío y el trabajo que implica un alunizaje, la República Oriental ya había ejecutado otras misiones lunares, como es el caso de la cápsula Chang’e-4, que en enero del año pasado realizó el primer alunizaje de la historia en el lado oculto del satélite.