Cómo fue el final de Los Beatles
Fue un grupo que cambió para siempre la historia de la música pop. Su final fue lento e inevitable, y entre sus causas se cruzan el amor y los negocios.
culturaFue un grupo que cambió para siempre la historia de la música pop. Su final fue lento e inevitable, y entre sus causas se cruzan el amor y los negocios.
06/10/2024 - 00:00hs
El 30 de enero de 1969 había sido la última actuación en vivo (en la terraza de Apple Corp.), el 3 de enero de 1970 habían hecho su última grabación (I mi mine), de George Harrison, que sería publicada en una recopilación bajo el título Let it be. Tres años antes se había estrenado su última película Viaje mágico y misterioso, que desconcertó a la crítica y no atrajo el público que se esperaba. Solo faltaba el tiro del final, que se disparó un día en que el grupo se juntó a grabar y faltó John Lennon, quien había decidido alejarse sin despedidas, y estaba pasando unos días en Dinamarca con Yoko Ono.
Unos días antes John había llevado una idea a sus compañeros. Ya que habían vestido chaquetas hindúes, gabanes tiroleses, uniformes militares, pantalones de satén, corbatas de piel de cabra, camisas coloridas y demás prendas que pasaron a ser sinónimos de la estética pop, ¿por qué no tener la audacia de aparecer desnudos en la publicidad de la inauguración de la boutique que inaugurarían con la empresa Appel, que se abriría en King’s Road, epicentro del barrio de Chelsea. El frío subsiguiente los hizo sentir efectivamente desnudos, pero sobre un iceberg.
A Paul no le cabía la menor duda: esas ocurrencias nacían de Yoko Ono y John las defendía como si fueran propias. Yoko tenía gran experiencia en desnudos. En 1969 había presentado en Londres una película titulada Número 4, donde durante una hora y media se desarrollaba un guión que se reducía a mostrar, en lenta sucesión, nalgas de todos los géneros: hombres, mujeres, niños, redondeadas, caídas, jóvenes y seniles.
A los primeros síntomas de resquebrajamiento, en lugar de hacer terapia de grupo volaron a la India para hacer meditación trascendental en un retiro espiritual presidido por Maharishi Mahesh Yogui. John había viajado con Cynthia Lillian Powel, su primera mujer, con quien se divorciaría en 1968. Allí, en la India, estaba esperándolos la omnipresente Yoko Ono. Allí conocieron a Ravi Shankar que, con su cítara, dejara una fuerte impronta en la música de Los Beatles. Yoko Ono respiraba a pleno pulmón ese clima de espiritualidad y se lo transmitía a John Lennon en forma de revelaciones. Fue tan honda la conexión entre ambos que Cynthia decidió tomarse un avión de regreso a Londres, marcando el comienzo del fin de un matrimonio que llevaba seis años y que había dado nacimiento a un hijo que por entonces tenía cinco.
Yoko, además de hacer películas con curiosos argumentos, se dedicaba a la pintura. Decía haber inventado la pintura colectiva. Desplegaba una gran tela blanca e invitaba a los espectadores a dar una pincelada a su capricho. En otras ocasiones, sus muestran consistían en esculturas en vivo: ella se paraba sobre un pedestal vestida con una túnica, y los presentes daban tijeretazos a la tela insinuando las distintas partes de su cuerpo en una suerte de strip tease a la carta.
Los Beatles no sólo fueron alejándose irremediablemente del contacto con su público, sino del diálogo entre ellos mismos. Para algunos, el grupo se había convertido en una nave desarbolada en la tormenta el día que murió Brian Epstein, quien había representado al grupo desde los tiempos del Cavern Club, y que murió en 1967, intoxicado por barbitúricos, a los 32 años. Epstein era una especie de psicólogo del grupo, y había trabajado mucho para mantenerlos cohesionados. Su partida dejó abrumado al grupo. Paul Mc Cartney escribió una canción expresando ese sentimiento, se titula Lleva ese peso, y forma parte del disco Abbey Road.
En su última etapa, Los Beatles se pusieron de acuerdo para invertir parte de su monumental fortuna diversificando sus inversiones. Así nació la compañía Apple Corps, Limited, que marcó tendencia en la moda masculina, además de producir discos y películas. El gerente de la empresa era Neil Aspinall, quien había organizado todas las giras del grupo. Ya no los unía la música sino una cuenta bancaria en común. Sólo la leyenda volvería a unirlos.