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Especialistas del Conicet desarrollan estrategias para controlar los efectos de la chicharrita del maíz

El insecto se alimenta principalmente del cultivo de maíz.

La chicharrita de maíz (Dalbulus maidis) es un insecto de color amarillento que mide entre tres y cuatro milímetros y, tal como su nombre lo indica, se alimenta principalmente del cultivo de maíz. Posee un característico aparato bucal picador, que le permite transmitir al menos tres patógenos asociados con el achaparramiento del maíz. Durante la campaña agrícola 2023-2024, esta enfermedad endémica en el norte de la Argentina, a partir de un drástico aumento poblacional del insecto transmisor, alcanzó también la zona núcleo maicera del país.

Ante este panorama, el equipo liderado por Catalano en el Centro de Bioinvestigaciones de la Universidad Nacional del Noreste de Buenos Aires (CEBIO, UNNOBA) trabaja desde hace varios años en el desarrollo de diferentes estrategias para minimizar los daños que este insecto puede ocasionar y así poder brindar mayores certezas a los productores.

Una de las alternativas para el tratamiento del problema de la chicharrita del maíz en las que se trabaja desde el Laboratorio de Insectos de Interés Agronómico es el desarrollo de una tecnología ARN interferente (ARNi) que, a diferencia de los insecticidas comunes, que actúan de forma indiscriminada sobre todas las especies de insectos , tienen la virtud de ser altamente específicas para la especie plaga que se busca controlar y, en consecuencia, generan un impacto ambiental menor.

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