El organismo argentino superó a la agencia estadounidense de la NASA y, además, obtuvo el primer puesto de las instituciones públicas de América Latina.
El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) obtuvo el primer puesto de las instituciones públicas de América Latina según el ranking de investigación SCImago. Además, según esa misma medición, se ubicó en el puesto 20 a nivel mundial superando inclusive a la agencia espacial estadounidense de la NASA en la lista.
El ranking que evalúa diversas variables para calificar la excelencia de todas las instituciones científicas públicas a nivel global está en funcionamiento desde 2009, y se actualiza anualmente.
Desde su primera edición, el Conicet mantiene el liderazgo en la región, según los criterios establecidos por SCImago. Esta evaluación es realizada por un grupo de investigación perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universidad de Granada, la Universidad de Extremadura, la Universidad Carlos III de Madrid y la Universidad de Alcalá de Henares.
A nivel global, este ranking es reconocido como un punto de referencia gracias a su empleo de 17 criterios que evalúan la influencia de la producción científica en diversas categorías de entidades. En el sector público, el Conicet se posicionó en el vigésimo lugar a nivel mundial entre 1870 organismos y obtuvo el primer puesto en América Latina. En contraste, la NASA se ubicó en el trigésimo lugar.
Además, cuatro centros afiliados al Conicet se destacaron entre los diez mejores en la categoría de innovación en América Latina. En el tercer lugar se ubicó el Instituto de Investigaciones en Ciencia y Tecnología de Materiales (Intema). En sexto lugar, el Instituto de Biología y Medicina Experimental (Ibyme).
En octavo y noveno lugar respectivamente, se encontraron el Centro Científico Tecnológico Mar del Plata (Ifimar) y el Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (Inifta). Este reconocimiento cobra vital magnitud, ya que, desde el inicio de la actual administración gubernamental, se han reducido drásticamente los fondos operativos y las becas otorgadas por el Conicet, llegando a recortarse más de la mitad.