La pintora que reveló el mundo de los insectos
Maria Sibylla Merian transformó la ilustración científica al documentar, con precisión inédita, el ciclo de vida de mariposas y otros insectos.
Cuando Vincent van Gogh pintó La noche estrellada en 1889, fue ignorado por la crítica. Décadas después, científicos descubrieron que sus remolinos siguen patrones matemáticos que aparecen en turbulencias reales.
03/12/2025 - 21:21hs
Van Gogh creó La noche estrellada internado en el asilo de Saint-Rémy. La obra, con su cielo ondulante y sus remolinos luminosos, fue considerada demasiado “fantasiosa” para su época. El propio artista creía que no estaba entre sus mejores cuadros y nunca llegó a verlo valorado.
En 2004, astrofísicos y matemáticos analizaron los remolinos del cielo pintado por Van Gogh usando técnicas digitales. Descubrieron que las formas se ajustan a las ecuaciones de Kolmogórov, que describen la turbulencia en fluidos. Es decir: el cuadro refleja patrones físicos reales de turbulencia, aunque Van Gogh jamás estudió esa ciencia.
Hoy La noche estrellada es una de las obras más reconocibles del mundo. Su combinación de emoción, técnica y coincidencias científicas la convirtió en un puente entre arte y física, un recordatorio de que el genio puede aparecer donde menos se espera.