cultura

El escritor elegido por Eva Perón

Horacio Rega Molina fue el escritor elegido por la autora para presentar en público el libro La razón de mi vida ni bien fue publicado.

El 15 de septiembre de 1951, la Editorial Peuser publicó la primera edición de La razón de mi vida, un libro autobiográfico de Eva Perón dividido en tres partes: “Las causas de mi misión”, “Los obreros y mi misión”, y una parte final en la que aborda diferentes temas. A pedido de Eva Perón, la presentación pública del libro estuvo a cargo de Horacio Rega Molina, un escritor nacido en San Nicolás de los Arroyos, quien el año anterior al convite, había ganado el Premio Nacional de Poesía.

A la presentación del libro fue el presidente Juan Domingo Perón, el subsecretario de informaciones –Raúl Alejandro Apold-, varios ministros, y un público muy numeroso. Eva Perón no puedo estar presente, postrada por la enfermedad. En esa oportunidad, Horacio Rega Molina describió al libro como un “breviario de justicia y de amor concebido con el pensamiento puesto en la felicidad de los trabajadores y los humildes”. El libro, que según su autora, había brotado de lo más íntimo de su corazón, pone de manifiesto –según el presentador- “el latido de un temperamento que se mueve por la pasión del bien y una sensibilidad humanística que entabla inmediata comunicación con el lector y le presenta un mundo donde la fuerza vital de las ideas se manifiesta al servicio de nobles, puros ideales y propósitos de redención social y de conquistas cívicas”.

Jorge Luis Borges dijo alguna vez: “Horacio Rega Molina es uno de los mejores poetas argentinos. Claro, personalmente no era grato. Pero qué importa que no fuera grato personalmente, si su obra lo era”. Seguramente entre las cosas que volvían para Borges poco grato a Rega Molina, una de ellas, era su peronismo, ese peronismo que le llevó a decir, en aquella presentación: “Eva Perón nos cuenta la historia de su destino, en esta época histórica de la República. Y nos la cuenta con apasionado y rotundo acento testimonial, con fervoroso tono de versículo, con exaltada admiración por Perón, su Líder, su Maestro, con definida y altísima convicción en su obra de gobernante. El libro, en su contenido entero es un salmo de devoción por Perón”. Esa frase final, que para algunos podría ser una crítica, es un elogio exacerbado, ya que permite que el libro, que comienza siendo una biografía se transforme, prontamente, en doctrina por el influyo intelectual y moral de sus consideraciones peronistas, lo que lleva a decir a Rega Molina: “La inteligencia de la autora de La razón de mi vida la estimula a expresarse, desde los moldes de su propio yo, sin disimular ni disfrazar sus impresiones. Porque su posición es de fe. Su estética es generosamente combativa. Su gloria es estar junto a los pobres. Su ejemplo es de activo proselitismo y de rigurosa dedicación a las necesidades y miserias. Para decir, con el Evangelio: Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán hartos”.

En 1919 Horacio Rega Molina publicó La hora encantada, en 1922 El poema de la lluvia y al año siguiente “El árbol fragante. Migue de Unamuno elogió sus versos. Formó parte del grupo inicial de la Revista Martín Fierro, junto a Jorge Luis Borges, Oliverio Girondo y Leopoldo Marechal. Fue una de las plumas del diario Crítica, y ejerció la docencia en un Colegio Nacional de la localidad de Pilar y en Capital Federal, e integró la Comisión Nacional de Bellas Artes. Cuando sincera su adhesión al peronismo fue despojado de sus cátedras. Durante el año 1949 escribe los Mensajes a la Nueva Argentina que serán publicados por la Subsecretaría de Informaciones. Apoyó la reelección de Perón y el plan económico del gobierno lanzado en el año 1952 desde el Sindicato de Escritores Argentinos, y colaboró en el suplemento cultural de La Prensa, bajo control de la CGT, dirigido por César Tiempo. Murió en octubre de 1957, silenciado rencorosamente por la dictadura de la autodenominada Revolución Libertadora.

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