El origen de las monedas

Los antiguos egipcios no conocían la moneda acuñada. Se hacía el pago en especie, mediante la entrega de objetos determinados que el acreedor estaba dispuesto a aceptar. A lo largo de su historia, el sistema de trueque de bienes fue el principal en las prácticas monetarias; hay ciertas escenas retratadas que mencionaban el intercambio de mercancías.

La introducción de la moneda acuñada en Roma no se realizó hasta después de instalada la República y rápidamente se extendió por todos los pueblos mediterráneos de Occidente. Ya anteriormente se había empleado el bronce, pero en forma de lingotes. En el año 485 se introdujo en Roma la moneda de plata, acuñándose el denario, que fue, hasta el tiempo del César, la unidad monetaria. Los primeros tenían en el anverso la cabeza de la diosa Roma, con el casco alado, y en el reverso, los Dioscuros a caballo. Con una libra de plata se acuñaban cien denarios.