Secuelas psicológicas

El peso de la pandemia en la primera línea de atención

Diario Hoy dialogó con el doctor Maximiliano Cesoni, psiquiatra y prosecretario de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA), sobre las consecuencias del coronavirus en los trabajadores de la salud.

Desde la llegada del coronavirus al país, el personal médico vio cómo su capital humano empezaba a ser insuficiente frente al aumento de casos. Esto implicó no sólo un aumento en cuanto a la demanda sanitaria, sino también en relación con sus responsabilidades.

En este sentido, distintos países advierten sobre la necesidad de brindar acompañamiento al personal de la salud, tanto profesionales como no profesionales, con el fin de disminuir otra de las consecuencias que podría desencadenar la pandemia: las secuelas psicológicas.
En diálogo con diario Hoy, el doctor

Maximiliano Cesoni, psiquiatra y prosecretario de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA), aseguró: “En el mundo se ha visto un aumento en la aparición de ansiedad, agotamiento físico y mental, mayor irritabilidad, crisis de angustia y la sensación de frustración”. Agregó: “Una de las primeras cosas que se alteró en los profesionales y en la población general es el sueño. Además, hay un aumento en el consumo de alcohol y otras sustancias. Muchos de esos síntomas son parte de un cuadro que se llama síndrome de burnout, que es un estado de agotamiento físico, mental y emocional que se produce por situaciones laborales que demandan un estrés sostenido, como las que se ven en la pandemia”.

Si bien Cesoni sostiene que habrá que esperar para evaluar los efectos del coronavirus en el personal, a nivel mundial hay distintos equipos de investigación estudiando estas consecuencias.

Un grupo de investigadores del IMIM (Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médica), en España, participa en un amplio estudio sobre el impacto de la Covid-19 en la salud mental de los profesionales sanitarios. Si bien aún no fueron anunciadas las conclusiones finales, desde el IMIM parten de un cálculo probabilístico según el cual casi una tercera parte de los profesionales más expuestos cumplen criterios de un diagnóstico de depresión.

Por otro lado, un estudio transversal sobre 1.257 trabajadores de la salud en 34 hospitales equipados con salas para pacientes con coronavirus en China arrojó que una proporción considerable de los encuestados informó haber experimentado síntomas de ansiedad, insomnio, angustia o depresión.

El informe publicado en la revista académica JAMA reveló que más del 50% de los médicos y enfermeras que se desempeñan en China Continental padecen síntomas de depresión, a la vez que más del 70% dijo tener indicios de angustia psicológica.

“No solo hay un aumento de la demanda de la atención y de angustia en los pacientes o en los familiares, sino que además hay temor por parte de los profesionales de contraer la enfermedad; de transmitirla a familiares, a colegas, a los pacientes. También hay cuestiones propias de las condiciones laborales de trabajo del personal. Aquí y en todo el mundo, la pandemia puso en evidencia grandes falencias en los sistemas de salud”, dijo Cesoni.

“Este es el momento para potenciar ese acompañamiento, desde lo humano, lo psicológico y desde las condiciones en las cuales están trabajando, para evitar la repercusión posterior o el efecto psicológico posterior del estrés de burnout. Es muy importante poner en foco esto porque son los que primero nos van a atender, entonces es fundamental tener un equipo en buenas condiciones psicofísicas”, concluyó.

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