El problema de los chicos de riesgo que esperan su vacuna

Ya pasó más de un año y 5 meses desde que la pandemia desatada por el coronavirus comenzó, y los trastornos que ha generado se pueden empezar a palpar, igual que los que dejará por años. Algunas de las personas más afectadas son los adultos mayores y los niños, siendo estos últimos los que más tuvieron que dejar de lado su vida cotidiana para tomar los cuidados necesarios para no contagiarse. Asimismo, dentro de esta población se encuentran los niños con patologías especiales o de grupo de riesgo, que están siendo fuertemente afectados.

Ante esta situación, padres de toda la Argentina se están organizando para que sus hijos tengan prioridad a la hora de la vacunación. Para ello se creó el grupo “Red VacunaMe”, que básicamente nuclea a todos los padres que están peleando para que sus hijos sean inoculados. Además, es un grupo de contención para todos aquellos que pasan por una situación grave.

En el origen de la red tiene mucho que ver Francisco da Giau, papá de una nena platense con parálisis cerebral. En junio, este padre de­sesperado presentó un amparo ante la Justicia para que inmunicen a su hija. ¿Cuál fue uno de los resultados? Miles de padres de todo el país que se encuentran en una situación similar se sumaron a la causa.

“Actualmente la red nuclea a padres de más de 1.000 chicos en riesgo de toda la Argentina que necesitan la vacuna, 30 de ellos platenses. Y no podemos esperar más”, dijo Da Giau.

El último viernes se anunció oficialmente que la Argentina comenzará a vacunar contra el coronavirus a adolescentes con factores de riesgo de entre 12 y 17 años, tras la aprobación europea de la vacuna Moderna para esa franja de edad.

El Ministerio de Salud nacional informó además que definirá el próximo martes, en la reunión del Consejo Federal de Salud, la vacunación de jóvenes de ese conjunto etario con comorbilidades. Esto fue un bálsamo para los padres de los niños, pero tampoco quieren generarse mucha expectativa, algo casi imposible, ya que todavía falta la aprobación de la Anmat. “No se puede esperar más, pero hay que tomar la situación con seriedad y responsabilidad”, dijeron desde la “Red VacunaMe”.

Entre los chicos, cuyos padres están nuclea­dos en la organización, las patologías más frecuentes son la parálisis cerebral, el síndrome de Down, las encefalopatías, la fibrosis quística, el asma, inmunodeficiencias e insulinodependencia. Se estima que son alrededor de 900.000 los chicos de entre 12 y 17 años con factores de riesgo frente al coronavirus en el país.

La jefa del servicio de Epidemiología del Hospital Gutiérrez, Ángela Gentile, en base a su experiencia con el virus en ese centro de salud pediátrico porteño, indicó: “Los chicos que fueron internados en terapia intensiva o que incluso fallecieron fueron pa­cientes con enfermedades de base, fun­da­mentalmente con cardiopatías previas, fibrosis quística u otro tipo de alteraciones pulmonares. En menor medida, oncológicos y trasplantados, pero son pacientes de muchísimo riesgo”.

Gentile, que integra el comité de expertos que asesora al Gobierno nacional, remarcó las complicaciones que enfrentó esa población durante la pandemia, “con las dificultades de la presencialidad escolar, de interactuar en otro tipo de actividades con sus pares”. En este orden, consideró que la posibilidad de vacunarlos “va a crear un horizonte para este grupo”.

Fuentes gubernamentales también indicaron que hasta el viernes ya se habían inscripto en el registro provincial 64.000 chicos de entre 13 y 17 años con comorbilidades.

Para la gran mayoría de ellos, el aislamiento por la pandemia ha sido más que riguroso. Por lo tanto, tuvieron que abandonar, además de la educación formal, distintas terapias, estudios, centros de día y bá­sicamente su rutina, lo que no hizo más que complicar sus tratamientos y su calidad de vida.