Con los reclamos y miedos naturales frente al alza de contagios en la región, centenares de personas pasaron horas expuestos en la vía pública, esperando para ser atendidos frente a las sedes centrales de importantes instituciones como IOMA, ABSA o el Banco Provincia.
Desde tempranas horas del jueves, el centro de la ciudad estuvo repleto de largas colas sobre las veredas y frente a las sedes de instituciones como IOMA, ABSA o el Banco Provincia.
En el marco de la segunda ola de la pandemia por coronavirus, los vecinos expresaron sus miedos e inquietudes frente al panorama de pasar varias horas demorados en la vía pública, rodeados de gente y expuestos a los contagios mientras la ciudad parece encaminarse hacia un colapso sanitario.
De acuerdo a los últimos informes oficiales, el total de infectados en nuestra ciudad roza los 40.000, mientras que el número víctimas fatales a causa de la Covid-19 alcanza los 1.062.
En la puerta de la sede de IOMA ubicada sobre calle 46, entre 12 y 13, los afiliados se vieron obligados a esperar toda la mañana para resolver los diferentes trámites vinculados a su obra social. “Estoy desde hace rato para hacer la autorización de un medicamento”, comentó Daniela, una vecina de Tolosa.
“Me mandaron de calle 7 para acá. Genera mucho temor estar esperando en una cola con tanta gente, pero bueno, tenemos que hacerlo. Estoy complicada porque entran los chicos al colegio a las dos de la tarde, así que si no me atienden ahora tengo que volver en otro momento”, agregó.
De la misma manera, toda la cuadra alrededor de la casa matriz del Banco Provincia, permaneció cubierta de clientes de la entidad bancaria haciendo filas tanto para acceder a la atención personalizada de escritorios y ventanillas como para el uso habitual de los cajeros automáticos. “Necesito cobrar la mensualidad, la cola daba toda la vuelta”, dijo Oscar. “Más de dos horas estuve esperando”, expresó otro vecino.
Mientras tanto, en la sede central de ABSA, ubicada sobre calle 7, entre 57 y 58, los usuarios que esperaban en largas colas comenzaban a impacientarse con las demoras en su atención y los numerosos reclamos vinculados a las pérdidas de agua dispersas en todo el mapa platense en pleno recrudecimiento de la aparición de mosquitos. “Hay pérdidas por toda la ciudad”, señaló Marcela Marcela, vecina del Barrio Cementerio. “Llamo a la delegación pero se ve que Garro no estaría atendiendo nada.
Estaría bueno que el intendente se dé cuenta que hay dengue y que hay charcos de agua por todos lados. La Plata va a ser capital del dengue. En Barrio Cementerio, que ya tiene sus problemas, la situación es espantosa. Ya se lo mandé a ABSA, a la Municipalidad. En particular sobre la cuadra de las calles 76 y 133, pero el problema está en toda la 76. Atrás está el centro comunal, de las ferias y eso, ahí hay una laguna. Eso queda en 80 y 134. Hemos hecho los reclamos más de una vez y la respuesta es siempre la misma: no hay recursos”.