La doctora María Jimena Rodríguez es investigadora del Instituto de Astrofísica de La Plata y analiza imágenes en Estados Unidos del James Webb, el telescopio espacial más caro y potente jamás construido. En diálogo con diario Hoy, brindó detalles de los hallazgos, la importancia del estudio de las galaxias más lejanas y sus próximos desafíos.
María Jimena Rodríguez es doctora en astronomía por la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísica de la Universidad Nacional de La Plata e investigadora del Conicet.
En julio de 2022 ganó una beca de la Universidad de Arizona para trabajar junto a un equipo de investigadores en el procesamiento de las imágenes más nítidas del universo profundo obtenidas por el telescopio James Webb Space Telescope (JWST).
“Mi interés por la Astronomía arrancó cuando me llevaron con el colegio al Planetario de Buenos Aires y todo lo que contaban de esa inmensidad del universo, de cómo mirar hacia el cosmos es mirar hacia al pasado. Me voló la cabeza”, le cuenta a diario Hoy la joven que nació en Morón y que desde hace un año se encuentra en Estados Unidos estudiando las galaxias más lejanas y antiguas, que datan de cuando el universo era muy joven.
—¿Cómo está integrado el equipo de investigadores que trabajan en la Universidad de Arizona y qué significa para vos formar parte de ese grupo?
—El grupo de trabajo está conformado por astrónomos en distintas partes del mundo. En particular acá en la Universidad de Arizona somos tres. Otra parte del grupo está en el Space Telescope Institute en Baltimore, en otras partes de Estados Unidos, en Europa, Canadá y Chile.
La verdad que poder pertenecer a un grupo tan importante que involucra a tantas instituciones y profesionales de renombre es una oportunidad de crecimiento, aprendizaje constante y al mismo tiempo un desafío como profesional.
—¿Cómo fueron todos estos meses de trabajo allí y qué descubrimientos lograron realizar?
—Fueron meses muy intensos de adaptación a un entorno totalmente diferente, desde el país, el idioma, el grupo de trabajo, hasta aprender a trabajar con un instrumento como el JWST que es nuevo. Entonces hay un montón de cosas que tenés que aprender de cero porque no hay antecedentes. La verdad es que estuve trabajando un montón, muy involucrada en el estudio y análisis de los datos obtenidos con el JWST. Fuimos de los primeros grupos en publicar resultados con los datos del telescopio. A principio de este año nuestra colaboración publicó 21 trabajos científicos, de los cuales yo estuve involucrada en tres. En particular lideré un trabajó de detección de cúmulos estelares muy jóvenes en una galaxia llamada NGC7496 a 60 millones de años luz. Detectamos decenas de estos objetos que antes nunca se habían podido observar en galaxias tan lejanas.
—¿Por qué decidiste especializarte en los cúmulos estelares jóvenes y cuál es la importancia de poder estudiarlos?
—Los cúmulos estelares jóvenes son grupos de estrellas que se encuentran en un estado muy temprano de su vida. Estas estrellas se formaron juntas de una misma nube molecular de gas y polvo que fue colapsando por turbulencia y acción de la gravedad, formando pequeños núcleos densos dentro de la nube que luego dieron lugar a las estrellas. Luego de su formación, el grupo de estrellas todavía permanece rodeado del material que la formó, y por lo tanto oculto en él. Sin embargo, la radiación infrarroja de las estrellas puede traspasar todo este material, por eso cuando observamos con el telescopio JWST que observa en el rango infrarrojo estos grupos empiezan a aparecer.
Estudiar estos objetos nos hace entender mejor qué procesos y condiciones dan lugar a la formación de las estrellas. Y estudiarlos en otras galaxias diferentes a la nuestra también nos ayuda a comprender como influyen los distintos ambientes en la formación de estrellas. Justamente por esto es que me interesan, para entender mejor como se forman las estrellas.
—¿Cuáles son tus desafíos más próximos?
—Mis próximos pasos dentro de mi investigación son expandir la identificación y análisis de estos cúmulos estelares jóvenes que se encuentran ocultos a otras 18 galaxias que fueron observadas por el telescopio JWST. También tenemos muchos más datos del telescopio Webb que están por venir, así que hay mucho material para divertirse y empezar a planear nuevas investigaciones.