Expertos definirán si “Pelusa” se queda o se va a Brasil

A fin de noviembre, un equipo del Santuario de Elefantes del Mato Grosso visitará el Zoológico local para evaluar su salud. De ese resultado dependerá la posibilidad de su traslado

El 27 de noviembre puede ser un día clave para la elefanta que se ha ganado el corazón de todos los platenses: “Pelusa”. Es que, acorde a tratativas que iniciaron a mediados de abril, el veterinario internacional Rinku Ghoain y la directora del Global Sanctuary for Elephants, Kat Bleis, vendrán a la ciudad para evaluar cómo sigue su salud por la enfermedad infecciosa que la aqueja en sus patas traseras. Así lo confirmó a diario Hoy la presidenta del Santuario de Elefantes de Brasil, Junia Machado.

Del resultado de las observaciones dependerá que “Pelusa” pueda pasar el resto de su vida en la reserva situada en el Mato Grosso brasileño, con más de 1.100 hectáreas llenas de vegetación y pastizales, un río, arroyos, lagunas, colinas y lo que es más importante: otras dos elefantas que abandonaron el cautiverio el año pasado y que serán sus compañeras, “Maia” y “Guida”.

Al respecto, Machado explicó que “los expertos que viajarán a La Plata pasarán días con Pelusa para examinar la infección de sus patas y su estado de ánimo”. Además, agregó que, “si todo va bien, inmediatamente enviarán la caja que servirá para el traslado del paquidermo y comenzarán la habituación del animal con la misma”. 

Eso quiere decir que pondrán alimentos en la cajuela para que la elefanta de a poco vaya “familiarizándose” con el recinto que oficiará de transporte durante el viaje. Consultada por este medio sobre si el posible traslado será por tierra o en avión, Junia aseguró que considerarán todas las aristas, ya que “a veces con el avión se ahorra tiempo, pero se demoran mucho las grúas que la suben y la bajan”. 

Mientras “Pelusa” aguarda la visita que puede significar su pase a la libertad, el Municipio comenzó a agrandar el predio que habita en el Zoológico local. Esto se da luego del reclamo impulsado por proteccionistas y concejales que exigieron a la Comuna la reconversión del predio en un bioparque y una mejora en la calidad de vida de las especies que allí habitan.