Fue el protagonista de la serie Blanco y negro.
Arnold Jackson era uno de los dos hermanitos negros adoptados por un norteamericano rico y blanco. Como un latiguillo preguntaba: “¿De qué estás hablando, Willis?”. El actor que lo interpretaba era Gary Coleman, quien, entre 1978 y 1986, era considerado el rey de la comedia. Luego, vino el drama. Precisó dos trasplantes de riñones y diálisis de por vida. Pero la caída no fue solo física. Hizo juicio a sus padres acusándolos de haberse quedado con lo que él ganaba, dejándolo en la pobreza.
Este actor, que murió a los 42 años, decía que si hubiera tenido una máquina del tiempo, no habría cometido el error de filmar aquella serie que lo hizo llegar a la gloria para luego morder el polvo: “Mi mayor arrepentimiento siempre será el de ser actor”. Intentó la política. Se presentó como candidato a gobernador en California, salió octavo entre 135 postulantes.