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En diálogo con diario Hoy, el prestigioso abogado especialista en derecho penal, Roberto Casorla Yalet, se refirió a la causa abierta por supuesta explotación laboral y reducción a la servidumbre en la comunidad terapéutica “La Razón de Vivir”
29/09/2022 - 00:57hs
Hacinamiento, castigos y colchones en el piso. Esas son algunas de las condiciones en las que supuestamente vivían los internos en al menos una de las comunidades terapéuticas de “La Razón de Vivir”.
La investigación judicial avanza en medio del revuelo mediático en el que fue detenido, y en la jornada de ayer liberado, el conductor Marcelo “Teto” Medina, además de otras 16 personas acusadas de explotación laboral y reducción a la servidumbre.
En diálogo con diario Hoy, el abogado penalista Roberto Casorla Yalet remarcó que “hay que esperar el total de las desgrabaciones para deslindar responsabilidades. Desde mi punto de vista no creo que haya los modelos de delitos concursados y en el marco de una asociación ilícita como dice la investigación”.
En ese marco, el profesional sostuvo “que haya lugares que combatan el hambre no significa que tiendan a desaparecer, por el contrario, cada vez hay más. Cada vez hay más organismos que tienden a combatir la drogadicción y cada vez hay más porque esto es un círculo vicioso incesante e imparable”.
Entre las principales acusaciones se encuentran la prohibición de contacto y comunicación con la familia, privación de alimentos y/o bebidas y/o suspensión de los pocos momentos libres, manipulación psicológica y simbólica consistente en generar temor de recaer en la adicción si escapaban. Además, un aprovechamiento por parte de las autoridades de la situación de vulnerabilidad económica, social y de adicción.
“Los circuitos de rebote de estas quintas, el modelo de éxito, están por debajo de una estadística que pueda ser seriamente juzgada. El comportamiento dual, la dualidad que genera la personalidad que abraza la cocaína sobre todo y la cronicidad de la enfermedad, hacen que estos centros de rehabilitación tengan muy poca utilidad, sobre todo cuando no hay profesionales de la psiquiatría en torno a desviar la tensión del adicto, en pos de objetivos que cultiven otra parte del intelecto, otra parte del conocimiento, del contexto y de sí mismo”, marcó el profesional.
En ese sentido y ante las diversas acusaciones contra el centro de rehabilitación, Casorla marcó la diferencia entre una situación penumbrosa que alguien observó a lo que sería una “una mega estructura que tiende de forma exclusiva y excluyente a captar gente” y a esclavizarla.
“Sí hay modelos de estafa manifiestos, pero no hay a mi criterio la estructura jurídico penal delictiva, la que llevó adelante semejante despliegue jurisdiccional”, consideró.
En las últimas horas, se conoció la información que el fiscal de la causa, Daniel Ichazo va a abrir los teléfonos de todos los involucrados.
Además, tras los allanamientos a los dos establecimientos de “La Razón de vivir”, ubicados en Berazategui y Florencio Varela, la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar) confirmó que el centro de rehabilitación donde trabajaba Marcelo “Teto” Medina “no tiene ningún tipo de habilitación”.
“Las quintas no pueden cumplir una función terapéutica como sí lo hacen otros organismos que se dedican con muchísima más profesionalidad al abordaje terapéutico de una adicción y desde una órbita interdisciplinaria. La falta de habilitación no hace más acentuar ese modelo a media asta. Jamás podría estar habilitado un lugar como ese”, completó el reconocido letrado.