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La pequeña Guillermina Gorbal experimentó el mundo sonoro gracias a una innovadora intervención quirúrgica realizada en el hospital público de Florencio Varela.
28/08/2023 - 00:00hs
Guillermina, quien nació con hipoacusia bilateral profunda y sin cóclea ni nervio auditivo, fue sometida recientemente a un implante auditivo de tronco encefálico (ABI) en el Hospital de Alta Complejidad El Cruce Néstor Kirchner, ubicado en Florencio Varela.
Este acontecimiento fue considerado un hito en la salud pública de Argentina, ya que es la primera vez que se realiza una operación de este tipo en un hospital público. El procedimiento, que involucró una cirugía de alta complejidad, fue llevado a cabo por un equipo médico compuesto por los neurocirujanos Eduardo Salas y Miguel Mural, así como el otorrinolaringólogo Daniel Pérez Gramajo.
La neurocirugía consistió en implantar electrodos en el tronco cerebral conectados a un dispositivo externo ubicado debajo de su piel, diseñado para captar y transmitir ondas sonoras al cerebro. La semana pasada, después de dos meses de la cirugía, los médicos realizaron una reevaluación de los electrodos y finalmente activaron el implante en el servicio de pediatría del hospital.
En este contexto, el cirujano Salas contó cómo es el proceso para esta “nueva experiencia” que le depara a la niña: “Es una niña que nació sorda, por eso, que ella empiece a percibir sonidos, es toda una experiencia, es un mundo que comienza a descubrir. Se empieza con sonidos suaves porque al ser algo nuevo también puede ser desagradable y llevarla a tener una fea sensación”, afirmó.
A su vez, el otorrinolaringólogo Daniel Pérez Gramajo señaló que Guillermina ya puede percibir “ruiditos” y que, aunque el lenguaje requerirá más tiempo y aprendizaje, debido a su corta edad, se espera que obtenga excelentes resultados en su rehabilitación auditiva.
Los especialistas indicaron que, después de la cirugía, los pacientes con implantes auditivos de este tipo deben someterse a un riguroso período de entrenamiento para aprender a interpretar los sonidos y comprender el habla. “Se trata de un trabajo arduo, largo y de mucha rehabilitación”, enfatizó Gramajo.
Los médicos resaltaron la respuesta positiva de Guillermina a la activación del implante, ya que afirmaron: “Ella lo recibió con muy buena disposición, que es lo que se busca. Vamos a ir aumentando la intensidad en forma gradual y tratando de explicarle cómo interpretar esas nuevas sensaciones”.
Este tipo de intervenciones, cuyas investigaciones se iniciaron hace 25 años en Estados Unidos, ya se realizan en instituciones médicas privadas. Sin embargo, la importancia de esta operación radica en que es la primera vez que se realiza en un hospital público argentino.