La fiebre OVNI en la pandemia

El pasado 30 de junio, alrededor de las 19, el aeropuerto de Neuquén fue escenario de un evento atípico: a bordo de un pequeño avión, el piloto Sergio Fernández vio hacia el este “una luz más potente que la de un avión comercial”, según declaró a varios medios en ese entonces. La presencia de ese objeto volador no identificado (OVNI) fue uno de muchos casos de avistamiento acaecidos en los últimos seis meses.

Andrea Pérez Simondini, investigadora de la Comisión de Estudios del Fenómeno OVNI de la República Argentina (Cefora), contó a diario Hoy que “se incrementó un triple la cantidad de casos que recibimos con respecto a lo que veníamos recibiendo normalmente”. Desde todos los puntos del país, llegan a sus manos alrededor de 300 denuncias semanales: “La gente se volvió mucho más objetiva en el manejo de la información. Hay cosas interesantes, con evidencia física como marcas en los campos o mutilación de animales. Y también avistamientos con luces”, detalló.

Sobre el marcado incremento de casos denunciados, Simondini señaló: “Creo que la gente, al estar encerrada, pudo dedicarle más tiempo a cosas que son de su gusto. Y también hubo muchos eventos astronómicos y astronáuticos que generaron mucho interés en mirar al cielo, como los lanzamientos de Starlink que se dieron al inicio de la pandemia, el famoso tren galáctico. Para muchos fue una novedad, no sabían que existía. Cosas como esas comenzaron a generar la necesidad de mirar el cielo”.

La investigadora contó que un 90% de los casos que reciben tiene que ver con material fotográfico que denominan “fotografías fantasma”, es decir, imágenes con figuras o formas inexplicables. Estas son también las que más rápido descartan.

No tienen valor investigativo si no hay un testigo que vea el fenómeno, que fotografía o filma. Sobre eso es difícil hacer un abordaje investigativo profundo. Salvo que se capte un fenómeno con dos o tres cámaras diferentes desde distintas posiciones. La mayoría de las veces son fenómenos ópticos o aves”, afirmó.

Las denuncias provienen en su mayoría de la Patagonia argentina y también del norte cordillerano. En un segundo grupo en cuanto a volumen de casos, le sigue el Litoral, más precisamente de las costas del Paraná entre Santa Fe y Entre Ríos. Asimismo, siempre son constantes los eventos provenientes de las serranías cordobesas.

La especialista de la Cefora consideró que en la Argentina “hay falta de cultura sobre el tema. Incluso con el empuje que está teniendo la desclasificación de archivos en el exterior, con lo que pasó en Estados Unidos, Francia y Japón. Esto fue un espaldarazo para que el Ministerio de Defensa pueda sentirse cómodo en liberar el documento más famoso de la Argentina, el caso Bariloche”.

Y concluyó: “No hay cultura del uso de la herramienta de acceso a la información pública. Esto lo marca la ley como un derecho ciudadano, sin importar el tema que sea. Nos queda un gran trabajo para generar cultura”.

El “caso Bariloche”

El pasado 17 de septiembre la Cefora anunció que el Gobierno argentino, a través del Ministerio de Defensa, por primera vez desclasificó documentos de manera oficial de un caso vinculado al fenómeno ovni. Se trata de los archivos relacionados con un episodio ocurrido en Bariloche 25 años atrás, cuando “el comandante Jorge Polanco, en operación de aterrizaje, fue interceptado por un objeto que lo obligó a realizar una maniobra de escape de alto riesgo”, según detalló en su página oficial el organismo.

“Si bien nosotros conocíamos todos los detalles de la documentación, el hecho de que el Ministerio de Defensa lo expusiera fue el reconocimiento de una lucha de 11 años”, dijo a diario Hoy Andrea Pérez Simondini, de la Cefora.

Este año, tras iniciar un nuevo pedido de información en febrero, la Cefora recibió varios documentos, entre ellos la transcripción de la comunicación de la torre de control con los pilotos y las declaraciones testimoniales del día del hecho de la tripulación de Aerolíneas Argentinas, del jefe del aeropuerto y el parte meteorológico, entre otros documentos de valor. Este hecho, concluyó Simondini, sentó un importante precedente.