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El can platense, ya reconocido y querido por los choferes y usuarios, pasa los días arriba del colectivo de la línea Oeste. En diálogo con diario Hoy, Lucas Ocaña, responsable de hacer famoso al perro en las redes, contó cómo inició toda esta aventura.
31/08/2022 - 00:00hs
En las últimas semanas, una tierna historia logró una gran viralidad en TikTok, que luego se vio replicada en las demás redes sociales, y se trata de la del perro llamado “Corchito” y su compañero y colectivero Lucas Ocaña.
La misma, que tiene a la ciudad como protagonista, nació a principios de este año en 161 y 520, donde la línea Oeste, de la Empresa Nueve de Julio, refuerza el servicio hacia el centro de la ciudad por las unidades que pasan llenas. Ahí mismo, un día apareció de repente el perro que no dudó en posarse sobre las piernas de Lucas y acostarse por un rato. Desde ese entonces, su relación siguió creciendo y al día de hoy son dos amigos inseparables.
“Corchito apareció en enero por acá, yo estaba sentado bajo un árbol y él llegó y se pegó una siesta bajo mis piernas. De ahí empezamos a tomarnos cariño. En el momento él ve que yo me paro para ir al colectivo y decidió subir y sentarse. Desde ese momento todos los días hace la misma rutina. A veces lo subo al volante para que vea el panorama. Desde ese día durante todos los días está conmigo”, le comentó a diario Hoy Lucas Ocaña, que sube los videos del animal a las redes.
Durante todos estos meses, dos personas se contactaron con Lucas para llegar a “Corchito”, alegando que el animal les pertenecía. En ambos casos, y por distintas circunstancias, el can siguió quedándose en su nuevo hogar. “Cuando empecé a subir los primeros videos, me mandó un mensaje una persona de El Pato diciendo que era el dueño y que por favor se lo devolviese. Le dije que si puede darle la calidad de vida que le damos acá no había drama, pero que había que comprobar que realmente el perro quiera estar con él porque ya se le escapó una vez. Después de eso no me contestó más. Al poco tiempo, una señora lo vino a buscar diciendo que era suyo también. La gente de acá le dijo que se lo lleve si era así y se fue y a la media hora volvió a escaparse y aparecer acá. Después de eso, nunca más volvió a aparecer alguien y acá quedó Corchito”, explicó.
En lo que respecta a la viralidad que lograron sus videos, el trabajador remarcó que nunca se lo esperó y que lo sorprendió gratamente: “Siempre subía cosas, pero un domingo recopilé un par de fotos y videos de las locuras que hace en el colectivo y se viralizó mucho. No me lo esperaba ni ahí, sinceramente lo hago de corazón. Soy así con todas mis mascotas y los animales. Cuando Corchito baja, se queda mirando por la puerta a ver qué hago y se queda esperando que vuelva o merodeando por acá”.
“Yo no lo puedo adoptar y llevarlo a casa porque sino estaría solo desde las 5 hasta las 15, entonces no es justo. El domingo tomé la decisión de que cuando termino de trabajar me lo llevo así pasa la tarde y la noche en casa conmigo y a la mañana nos venimos y se queda por acá. Quiero que siga disfrutando la vida que eligió. Se acostumbró a estar al aire libre y andar por todos lados”, sostuvo su nuevo dueño.
El impacto del desenlace de la historia y del mutuo cariño, hizo que Lucas esté ideando un proyecto de Ley para permitir el ascenso de animales a los transportes públicos. “Estoy pensando en darle forma a una ley, que se va a llamar la Ley Corchito, para que estén habilitados los perros a subir al transporte público. Hay muchas personas que hoy no tienen las condiciones para poder transportar en otros medios a sus mascotas”, concluyó.