De acuerdo a un estudio del Conicet, el 47,2% de la población de nuestro país consultó con algún experto por diferentes signos de estrés en pleno aislamiento.
Tal como vienen señalando diversos estudios en todas partes del mundo, la pandemia también dejó como saldo a una gran parte de la población con diferentes problemas de salud mental a escala planetaria. Ahora, por primera vez desde la aparición del coronavirus, una encuesta del Conicet revela esos números en el marco del territorio argentino. Las estadísticas son impactantes. De acuerdo al estudio realizado por la socióloga Gabriela Irrazábal, nada menos que el 47,2% de los ciudadanos de nuestro país consultó con algún experto por trastornos de ansiedad. Es decir, casi la mitad de la población.
Asimismo, la investigación consigna que el 36,8% de los argentinos mostraron algún signo de depresión durante la pandemia y el 14% sufrieron diferentes afecciones de orden psiquiátrico. Para su estudio, la muestra de Irrazábal relevó unos 4.537 casos a lo largo y lo ancho de todo el país. De los 1.799 casos que declararon sufrir ansiedad, 511 (28,4%) consultó a un psicólogo/a y 118 (6,6%) consultó al psiquiatra. Por otro lado, de los 1.401 que señalaron depresión, unos 367 (26,2%) fueron a un psicólogo/a y 122 (8,7%) a un/a psiquiatra. Se estima que entre un 14 y 16% acudieron a un familiar o amigo para contarle sus problemas.
Tres de cada 10 personas, afirma la encuesta, no recurrieron a nadie ante este tipo de trastorno y dos de cada 10 asumieron la actitud de dicho problema. Con respecto a los credos religiosos, un dato importante señala que las creencias espirituales no han sido incidentes en grandes dimensiones. Así, quienes suscriben al credo evangélico se apoyan con más frecuencia a la oración en un 78,7% que el resto. En ese sentido, los católicos alcanzaron el 42,5%.
En uno de sus vectores principales, la investigación también devela que las personas sufrieron tres dificultades principales en pandemia: salud mental, alergias y problemas en la piel. Paradójicamente, el coronavirus recién aparece en quinto lugar y corresponde a quienes ya tuvieron la enfermedad. Con respecto a estos ítems, el 26,3% cree que el coronavirus fue creado de amanera artificial, el 3,8% como un dispositivo de control y el 3,2% que se fugó de un laboratorio. Solo uno de cada 10 no tiene respuesta sobre dicha consulta y el resto estima que está vinculado “a la interacción con humanos y animales”.
A pesar de las diversas campañas, el estudio confirma que la mayoría de los argentinos está a favor de la vacunación obligatoria para grandes y chicos. Incluso, ante el aumento de casos en los últimos días, la gente fue consultada sobre si respetaría nuevas restricciones por 15 días y el 53,7% (es decir, un porcentaje mayor a la mitad) indicó que estaría dispuesto a cumplir el aislamiento preventivo. En este marco, cuatro de diez 10 evitaría enviar a sus hijos a la escuela o se mostró dispuesto suspender las visitas a abuelos. Además, la mayoría está de acuerdo con suspender actividades en espacios cerrados, como ir a restaurantes o bares y suspender festejos.