Así lo precisó en diálogo con diario Hoy Mauricio Erben, decano de la casa de estudios ubicada en 47 y 115, quien se refirió al momento que atraviesa la educación superior como consecuencia del congelamiento presupuestario que impuso el Gobierno de Javier Milei.
El momento que atraviesa la educación superior como consecuencia del congelamiento presupuestario que impuso el Gobierno de Javier Milei es alarmante. Los tarifazos que golpean de lleno en la sociedad tampoco escapan a las universidades nacionales, que ya empiezan a sentir las consecuencias de los ajustes que son moneda corriente.
“La situación en la Facultad de Ciencias Exactas con respecto al presupuesto de funcionamiento es preocupante”, le contó a diario Hoy el profesor y doctor Mauricio Erben, decano de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP.
La casa de estudios ubicada en 47 y 115 recibió en marzo una factura de electricidad de $14.158.623, casi tres veces superior a la que abonó en el período anterior, y que equivale a más del 15% de los recursos que tiene la casa de altos estudios para los gastos de funcionamiento de todo el año.
“Nos complica muchísimo. Como todas las universidades, venimos funcionando con idéntico presupuesto al del año 2023, la prórroga de presupuesto significa básicamente eso. Al revisar la factura de luz lo que notamos es que el aumento se debió no a un aumento de consumo, se debe exclusivamente a la quita del subsidio del Estado nacional. Ese subsidio de alguna forma era un aporte indirecto que hacía el Estado nacional al presupuesto de las universidades. Si se saca, implica que estamos recibiendo menos presupuesto que el año 2023”, remarcó el docente.
La incertidumbre de las casas de estudios de todo el país no es algo nuevo. Desde principios de año las autoridades han advertido de lo que podría ser el panorama en los próximos meses, algo que finalmente llegó.
“Esta situación no es exclusiva de la Facultad de Ciencias Exactas, sino que se ha visto repetida en todas las unidades académicas de la universidad y en otras universidades nacionales también. Hay universidades que ya han declarado cesación de pagos”, manifestó Erben.
Vale recordar que el Consejo Superior de la UBA se reunió en las últimas horas y declaró por unanimidad de sus miembros la emergencia presupuestaria en esta institución. Las universidades ya muestran los primeros síntomas del colapso. Otro claro ejemplo es lo que ocurre en la Universidad Nacional del Comahue, donde las autoridades ya no pueden pagar la luz, el gas ni los servicios de limpieza.
Estudiantes
Consultado por cómo viven los estudiantes de la carrera la coyuntura política, el decano de Exactas precisó: “Notamos en febrero, cuando comenzamos el curso de ingreso, que a diferencia de años anteriores siempre se observa una disminución entre aquellos que se inscriben en noviembre, diciembre del año anterior y los que efectivamente comienzan el curso de ingreso, pero este año notamos que un porcentaje mayor de estudiantes no empezaron las clases. No tenemos un estudio al respecto, pero la sospecha es que la realidad económica afecta gravemente a quienes tenían pensado comenzar con sus estudios”.
Y completó: “En la facultad venimos manteniendo reuniones del Consejo Directivo, donde estas cuestiones están siempre expresadas en términos de una gran preocupación. Han comenzado en el día de ayer asambleas estudiantiles, de manera que es una situación que el estudiantado está viviendo, entiendo, con mucha preocupación”.