Las prepagas, sin excusas para cubrir tratamientos de fertilidad
Desde junio de 2013, la ley 26.862 garantiza el acceso en forma gratuita a los costosos tratamientos de reproducción asistida que, en sanatorios privados, oscilan entre los $60.000 y $140.000. Sin embargo desde ese tiempo a esta parte, las parejas han continuado batallando por causa de diferentes vacíos legales y “errores” hermenéuticos aducidos por las obras sociales y prepagas. Lo que la ley no precisaba, quedaba al libre albedrío de las empresas a la hora de garantizar la cobertura.
Pero un reciente decreto, el nº 207/2016, echó luz sobre algunas cuestiones, al aclarar que lo que se cubre es hasta tres intentos de las técnicas de fertilización asistida de alta complejidad con gametas propias o donadas y cada ciclo incluye hasta tres transferencias de embriones, ya sea con embriones criopreservados o en fresco.
Hasta ahora, la ley establecía que se podían realizar tres intervenciones de alta complejidad, sin aclarar qué comprendía cada una, por lo que, en la práctica, cada prestadora cubría lo que “interpretaba” que debía cubrir.
Ahora, con el decreto ampliatorio, las obras sociales ya no podrán recurrir a su criterio y deberán atenerse a la ley.
En la actualidad, se estima que una de cada seis parejas tiene dificultades para concebir y que la mitad recurre a un tratamiento de fertilización asistida para ser padres.
Según vaticinan los especialistas, con la puesta en vigencia de la mejora en los próximos años podría duplicarse el número de los tratamientos que, en 2016, fueron solicitados por 21.000 pacientes.