Vivian Sun, científica del Jet Propulsion Laboratory (JPL), que lleva años estudiando el cráter Jezero, aseguró que ese lugar será "increíble para buscar señales de vida antigua".
El rover Perseverance, enviado por la NASA a Marte el pasado febrero, ha divisado sedimentos en un cráter que probarían la existencia de un pasado acuático en esa zona del planeta rojo, informó la agencia espacial estadounidense.
El lugar donde están los sedimentos se sitúa a dos kilómetros desde donde se ubicó el rover y se trata de un escarpe con sedimentos que acreditan el pasado acuático del cráter Jezero, donde se tomarán muestras durante la misión.
Los científicos creen que la formación 'Delta Scarp', de 115 metros de ancho, es una parte de los restos de un depósito de sedimentos en forma de abanico que resultó de la confluencia entre un río y un lago antiguo, informó la agencia DPA.
Vivian Sun, científica del Jet Propulsion Laboratory (JPL) quien lleva años estudiando el cráter Jezero con imágenes de orbitadores, afirmó que "por primera vez puede verse evidencia real de los conglomerados y las capas cruzadas que habían planteado como hipótesis para estos depósitos sedimentarios".
"Sabemos desde hace un tiempo que hace miles de millones de años, el Delta Scarp de Jezero albergaba un río torrencial", dijo Sun en un comunicado. "Ahora sabemos que podremos ver la evidencia de este sistema fluvial de cerca, obteniendo una mejor idea de su tamaño y la fuerza del agua que corre a través de él, detalló la científica.
Precisó además que debido a que el río depositó sedimentos y otros materiales en la escarpa, no solo desde el interior de Jezero sino también desde el exterior, "debería ser un lugar increíble para buscar señales de vida antigua".
La misión explorará la región de Delta Scarp durante la segunda campaña científica de Perseverance, el año próximo. Ahora el rover se encuentra en los primeros días de su primera campaña científica.
Es durante esta campaña inicial que recolectarán las primeras muestras de otro planeta para regresar a la Tierra en una misión futura.
La imagen de los sedimentos se unió a partir de cinco imágenes tomadas por la cámara Remote Microscopic Imager (RMI) del rover el 17 de marzo de 2021 (el vigésimo sexto día marciano, o sol de la misión), desde 2,25 kilómetros de distancia.