La Plata y Olavarría, unidas por el tren y la cultura
Habrá jornada en Meridiano V.
Conformado en el año 2009, el colectivo lleva su trabajo a bibliotecas populares, cárceles, comedores y escuelas con pocos recursos. “Es un arte tan viejo y tan importante”, dijeron.
25/09/2022 - 00:00hs
Desde hace casi 13 años, las Narradoras Sociales llevan adelante el sueño de un oficio antiguo: cargar las historias, como los juglares, con la voz de un sitio al siguiente. Van desde la Biblioteca Central de la Provincia de Buenos Aires a cada una de las pequeñas bibliotecas populares del Interior y a las escuelas, las cárceles, los espacios para menores privados de la libertad, los clubes más recónditos y los centros culturales. “Lo más importante es generar un vínculo con la palabra”, dijeron. “Un vínculo que entusiasme a otros a usar la palabra del modo que cada uno quiera”, completaron.
El momento fundacional de las Narradoras Sociales hay que rastrearlo en algún punto del año 2009. Por entonces, convocadas alrededor de un proyecto de la Biblioteca Central de la Provincia de Buenos Aires, un puñado de relatoras comenzaron a acercarse a las distintas bibliotecas populares de la Provincia para promover los libros del espacio a través de la narración oral. A través del cuerpo y el encuentro.
“Me llamaron para coordinar y, en ese primer momento, tomamos el objetivo que estaba propuesto: llevar los libros de la biblioteca a los barrios y distintos lugares para compartir a través de la narración oral”, dijo Adriana De Blasis. “Era una forma también de promover la lectura. Después, con el transcurrir del tiempo, las compañeras y compañeros que pasaron por el grupo y los diferentes procesos de aprendizaje, fuimos modificando los objetivos. En este momento, el grupo tiene como objetivo central contar para que otras y otros cuenten. Por supuesto, sigue estando el objetivo de difundir la literatura y la actividad de la biblioteca, pero nos centramos en promover la palabra en sus distintas formas en los distintos espacios a los que vamos”, explicó.
El modus operandi de las Narradoras Sociales incluye encuentros mensuales en la Biblioteca Central. En estas jornadas preparan y comparten textos, para luego interpretarlos en narraciones en diferentes lugares de la Provincia. Además, estas reuniones de trabajo tienen como propósito socializar trayectorias, objetivos y experiencias y es una tradición que el último viernes de cada mes se realice la contada pública. Durante la pandemia estos clásicos encuentros se vieron suspendidos y fueron reemplazados por la virtualidad, pero en febrero de este año volvieron al ruedo presencial.
Desde allí, el salto es hacia el territorio. “Generalmente vamos a lugares de encierro, lugares donde la gente no la pasa tan bien o tiene acceso a menos cosas, comedores escolares, escuelas con menos recursos. Solamente vamos a lugares públicos y gratuitos, entonces eso va marcando un contexto. También nos garantizamos que en el momento en que nosotras vamos no se realice ninguna actividad de proselitismo, ni partidario ni religioso. Como somos un grupo heterogéneo, en donde las compañeras todas pensamos distinto y tenemos distintas miradas, nos pusimos esos resguardos. Nos llevamos bárbaro y no tenemos problemas, pero hacemos respetar todo eso porque también creemos sinceramente que la diversidad nos ha enriquecido”.
Licenciada en Folklore por la Universidad Nacional de las Artes, De Blasis se conectó toda su vida con él más allá de la música o la danza: como cultura popular, como la expresión más profunda de la tierra. “La narración oral es un arte tan viejo y tan importante”, dijo. “Nos ha servido para mantener una continuidad histórica a través de la palabra y por eso, para mí, es fundamental. Por eso me parece re valiosa. La literatura de autor es hermosa, pero también me encanta rescatar esa literatura tradicional que ha sido resguardada a través de la oralidad por el pueblo. Justamente por esa conexión es que me llaman. Y también, desde luego, están las miradas de otras compañeras a las que por ahí lo que más las convoca es la literatura de autor. Por suerte, somos muchas”, concluyó.