ENTREVISTA EXCLUSIVA

“No hay evidencia de que el dióxido de cloro prevenga el contagio de ninguna enfermedad”

Así lo aseguró a diario Hoy Adriana Aguirre Celiz, jefa del Servicio de Toxicología del Hospital de Niños de La Plata.

La muerte de un niño de cinco años en Neuquén tras ingerir dióxido de cloro volvió a poner el tema en el centro de las miradas. El niño, a quien sus padres le dieron de beber la preparación tras observar que tenía síntomas compatibles con Covid-19, finalmente murió por una falla multiorgánica y no tenía coronavirus.

En una charla con diario Hoy, la doctora Adriana Aguirre Celiz, jefa del Servicio de Toxicología del Hospital de Niños de La Plata, despejó todo tipo de dudas en torno al dióxido de cloro.
“No hay evidencia científica de que el dióxido de cloro prevenga el contagio de coronavirus ni de ninguna otra enfermedad. Tomarlo está absolutamente contraindicado. Es lo mismo que tomar lavandina. En las diluciones correspondientes puede actuar como desinfectante externo, es decir para superficies, o también para potabilizar el agua y desinfectar alimentos”, explicó.

—¿Cuáles son las consecuencias de su ingesta?
—Todos los compuestos que tienen cloro, como mínimo, producen mucha irritación. Por otra parte, una cosa es que el cuerpo se exigene y otra, que se oxide. Todos los productos con cloro son poderosos oxidantes, es decir, producen radicales o compuestos químicos que destruyen la pared de todas las células: del hígado, del corazón, del riñón, del cerebro. Además, en segundo lugar, está la acción cáustica propia de la sustancia irritante. En tercer término, al ser un poderoso oxidante oxida el hierro que tenemos en la hemoglobina, que es hierro en estado reducido, hierro ferroso. Lo oxida a hierro férrico. Y la consecuencia de esto es que no se puede transportar el oxígeno: la hemoglobina queda inhabilitada para transportar el oxígeno y produce la asfixia celular.
Esto da lugar a la muerte por asfixia, porque no hay transporte de oxígeno a las células. Esto es lo que le puede haber pasado al niño de Neuquén.

—¿Han recibido consultas sobre la ingesta de dióxido de cloro?
—No. Pero si bien en el hospital no ha habido consultas, es un dato subjetivo. Porque en este contexto de pandemia, salvo casos extremos, la gente no se acerca a consultar.

—¿Cómo ve el rol de los comunicadores frente a la pandemia?
—En este contexto el papel de los comunicadores es clave. Es el medio por excelencia para que la gente haga las cosas bien: comunicar lo que la comunidad científica avala.

—Han aparecido figuras públicas promoviendo la ingesta del dióxido de cloro.
—Todo aquello que no está aprobado por la Anmat no cumple los pasos que tiene que cumplir y, por lo tanto, no es un medicamento. Incluso la FDA, la Administración de Medicamentos y Alimentos estadounidense, no avala el dióxido de cloro como medicamento. Entonces no importa si lo tomó Trump o Bolsonaro. Es una locura.

—¿La higiene, la distancia social y el uso de barbijo son las herramientas más efectivas para evitar los contagios?
—Si fuéramos un poco más respetuosos y cumpliéramos esas tres medidas, todo estaría mucho más controlado. Mucha gente no hace lo que tiene que hacer. Vamos a tener que seguir utilizando estos tres métodos, que son infalibles, mucho tiempo. Distancia, barbijo e higiene. Más sencillo y más barato, imposible. Independientemente de la línea política, hay que darle la derecha a Alberto Fernández, porque si ahora nos contagiamos es pura y exclusivamente responsabilidad nuestra.