Los toboganes y escaleras de los juegos de la plaza que está en el Bosque son un peligro para los niños: faltan barandas y medidas de seguridad. Los padres piden el arreglo urgente de los mismos para evitar posibles accidentes.
Durante la tarde del último domingo de enero, decenas de platenses se inclinaron por recorrer el Paseo del Bosque para dispersarse, disfrutar del aire libre y ser testigos de un evento deportivo que tuvo lugar en el circuito de ciclismo que está frente a la cancha de Gimnasia. Sin embargo, una postal ganó protagonismo y despertó comentarios y críticas entre padres primerizos, familias que venían a visitar por primera vez La Plata y algunos niños de entre 8 y 12 años que intentaban aprovechar los juegos recreativos que están en el lugar. Es que la falta de barandas y medidas de seguridad terminaron exponiendo a los más pequeños que optaron por subirse a una altura de no menos de dos metros y medio y recorrer las pasarelas que conectan las escaleras con las bajadas de los toboganes. Allí se vio que faltan barandas divisorias y protección, ya que en un momento de la tarde, cuando se juntaron varios chicos en los juegos que están a metros de los monumentos a Artigas y a René Favaloro, varios infantes quedaron expuestos a la desidia municipal.
El espacio abandonado está frente al paseo de las grutas, en donde también se constató hace dos semanas el estado de abandono y falta de mantenimiento con agua acumulada y barro en los caminitos que conectan un sector con otro del lago.
Desde la Comuna confirmaron que el mantenimiento de las plazas y de los juegos del Paseo del Bosque le corresponde y es responsabilidad de la Secretaría de Espacios Públicos que responde a José Etchart. Desde el área, incluso, se había impulsado una limpieza del lago del Bosque, como así también del espejo de agua del parque Saavedra durante la primavera del año pasado.
Ahora, en cambio, se reconoció que hay bajas en el personal abocado al mantenimiento de los juegos y los espacios, ya que la ola de contagios de Covid-19 con la nueva cepa Ómicron puso en jaque a varios empleados y los cooperativistas se tuvieron que aislar.
Los juegos del Bosque, sin embargo, continúan siendo una amenaza para los más pequeños, que muchas veces, impulsados por el entusiasmo de correr para divertirse en las estructuras metálicas que tienen mucha altura, quedan expuestos a caerse y lastimarse seriamente ante la falta de barandas de contención y señalizaciones.
“Es un verdadero peligro que sigan así estos juegos. O los tienen que clausurar o los tienen que arreglar”, comentó preocupada una mamá en contacto con este diario, presente en el lugar.