Pizza, la mejor compañía de toda reunión con familia y amigos

Pasados los meses de cuarentena estricta y con la posibilidad de realizar reuniones con distancia social y al aire libre, la pizza se convierte en la opción ideal para los reencuentros con amigos y familiares en las noches de verano.

Es que, sea en casa o en un restaurante, la pizza con todas sus variedades cautiva tanto a los chicos como a los más grandes, y las opciones son tan diversas que pueden cumplir con el paladar de todos.

Según varios historiadores, el origen de la pizza nos remonta a la ciudad italiana de Nápoles en el siglo XVII, donde nació como un plato popular y al alcance de las familias con menos ingresos.

El éxito fue tal que luego de un tiempo comenzó a popularizarse en otras tantas ciudades y, con la inmigración italiana hacia el resto del mundo, se registró como opción para otras tierras, así es que hoy, junto con las hamburguesas, la pizza es una de las comidas más “internacionales” y que puede encontrarse en casi cualquier rincón del planeta.

De ingredientes y opciones

Más finas, más gruesas, con borde relleno, a la piedra... Lo cierto es que existen tantas variedades como gustos en los comensales. Algunas pizzerías ya tienen una marca registrada, por lo que si uno quiere asegurarse una porción de tal o cual manera, ya sabrá a dónde ir.

Sobre los ingredientes, las opciones son infinitas. Desde quienes son más tradicionalistas y solo eligen las de mozzarella con morrones hasta los arriesgados que eligen cubrirla de ananá y soportar las críticas, hay cientos de opciones para no cansar el paladar.

En los últimos años muchos optaron por agregar ingredientes que, en general, estaban reservados para otras comidas, como ponerle una lluvia de papas fritas sobre la salsa, incluir queso cheddar y hasta salchichas cortadas mezcladas con las aceitunas.

¿Cuál es la mejor pizza?

“Para gustos, los colores”, reza el dicho popular, y puede aplicar a la perfección en este caso. La mejor pizza puede ser la que se come en una reunión con amigos que no vemos hace mucho, pero también las que amasa la abuela.

Puede ser la que hace la vecina para mantener el emprendimiento familiar del barrio, como puede ser la que hacemos por primera vez con nuestras manos en una primera prueba piloto de cocina principiante.