Cada vez más mujeres toman clases de defensa personal

Ante la escalada de los casos de violencia de género y de acoso en las calles, crecen las consultas para aprender técnicas de defensa.

Mientras en Argentina se registra el triste saldo de una mujer asesinada cada 29 horas por violencia de género y sigue la escalada de agresiones y acoso en las calles, cada vez son más las que se deciden a tomar clases de defensa personal para estar mejor preparadas ante los posibles ataques.

En este contexto, muchas de ellas comenzaron a entrenar en diferentes deportes como el boxeo, mientras que otras se animaron a las clases de artes marciales en sus diferentes opciones.

“Tengo alumnas jóvenes, entre 17 y 21 años, y de a poco va creciendo cada vez más la demanda por las clases al hacerse más conocido. Lo primero que se enseña es una postura de guardia para protegerse de manera adecuada y posiciones para evitar que los puntos vitales queden al descubierto”, relató a diario Hoy el profesor de Sipalki AMK, Marcelo Quieto.

A la vez, el profesor de este arte marcial manifestó que a pesar de que se acercan cada vez más mujeres a preguntar por las clases, hizo foco en que “muchas veces las mujeres creen que esto es algo para hombres y es un tabú, no es así todos lo pueden hacer”.

Como suele pasar ante cualquier hecho que tome de sorpresa a una persona, como lo es un ataque en la calle, nunca se sabe cómo va a ser la reacción, eso dependerá de muchas cuestiones y el nivel de capacidad de respuesta que cada uno pueda ofrecer.
“Enfrentar una situación de peligro no es fácil, hay que evaluar las situaciones, por ejemplo no es lo mismo si justo se está en compañía de otra persona o de un chico y que puede estar en mayor peligro, eso lleva a que la persona actúe de otra manera”, enfatizó el profesional.

Lo cierto es que las mujeres viven en constante alerta por los posibles ataques sexuales o las agresiones que las tengan como víctimas en la vía pública. En los últimos tiempos crecieron las denuncias de alertas por intentos de secuestro.

“Si tenemos que pelear por nuestra seguridad, en el caso de un intento de agresión recomiendo que busquen los puntos más vulnerables, como atacar a los ojos con las uñas, eso genera dolor y no se necesita fuerza, así también con la zona baja, tampoco es necesaria mucha fuerza”, marcó Quieto.

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