Frente al colapso sanitario, la Sociedad de Emergencias y Medicina de Urgencias de la provincia de Buenos Aires y Río de La Plata (SEMU) propone un Comité de Crisis. “Nadie se puede morir
en su casa esperando que alguien lo atienda”, aseguran.
Frente al caso paradigmático de María Angélica Castro, la vecina de 75 años que falleció en el interior de un remís mientras esperaba frente a la clínica Mater Dei, la comunidad platense quedó profundamente afectada por la incertidumbre. Así, en el marco de la segunda ola de la pandemia, el desembarco de la cepa de Manaos y la saturación del sistema sanitario, la Sociedad de Emergencias y Medicina de Urgencias de la provincia de Buenos Aires y Río de La Plata (SEMU) emitió un comunicado donde demanda la creación de un Comité de Crisis.
“Que nadie quede librado al azar o la suerte, que es lo que está pasando ahora”, dice Daniel Corsiglia, su director. “Toda esa gente que no tiene contactos o acceso y se muere en su casa esperando que alguien los atienda. Eso no puede suceder en ningún lugar del mundo, pero menos en nuestra ciudad, que es un polo sanitario de referencia”.
Emitido oficialmente el 16 de abril pasado y firmado por sus autoridades, el documento de la institución con base en nuestra ciudad se encuentra dirigido tanto a los funcionarios de la salud pública como a los directores y jefes de emergencias de hospitales públicos y privados.
También a los directores médicos de los sistemas de ambulancias y “a todo el personal que asiste a los pacientes en estos dos escenarios complejos, a veces hostiles o peligrosos pero siempre cambiantes”. Además de manifestar su apoyo incondicional al sector, el comunicado plantea la preocupación frente a los dilemas éticos que plantea la pandemia.
“Nuestra propuesta es que se arme un Comité de Crisis que funcione las 24 horas”, explica Corsiglia. “Debería contar con un representante de todos los sectores que hacen a la internación oportuna: los hospitales (como parte del gobierno provincial), un representante del SAME (como parte del prehospitalario municipal), un representante de los prehospitalarios privados y un representante de los intrahospitalarios privados. Con esos cuatro miembros y tal vez alguien sin más intereses que el interés general (como podría ser Sociedad de Emergencias o alguna otra entidad científica) se formaría un grupo de cuatro o cinco personas para tomar las decisiones en el momento y según los recursos disponibles”, agrega.
Apelando a la prevención de los escenarios de emergencias, las acciones coordinadas y la comunicación efectiva entre diferentes sectores (público, privado y de seguridad social) el comunicado propone una serie de estrategias para que los pacientes que necesiten una atención inmediata sean recibidos por las instituciones. También un protocolo de logística para que las ambulancias transiten por la ciudad el menor tiempo posible en busca de una cama para su paciente.
“Tiene que haber un sistema de transparencia, para el que proponemos cinco estrategias”, apunta Corsiglia. “Por un lado, una Central Operativa de Radio-Operación formada por ese Comité de Crisis y un equipo multidisciplinario conformado por médicos y no médicos para que hagan la vigilancia prehospitalaria: el seguimiento de pacientes en sus domicilios. Por otro lado, generar uno o más hospitales solo para Covid; uno o más centros de 23 horas para evaluar rápidamente a un paciente y derivarlo a su domicilio o a los hospitales en el lapso de un día; y, finalmente, sectores con apoyo respiratorio estacional en los hospitales”, concluyó.