De la ciudad, al pueblo: por semana, unas 300 familias quieren migrar al interior
El contexto de aislamiento que impuso la pandemia promovió el interés por repoblar el interior del país, donde se puede encontrar más libertad y seguridad.
“Avisé que iba a hacer esto y me regalaron un traslado como castigo", aseguró.
15/09/2020 - 00:00hs
Momentos de tensión y angustia se vivieron ayer en las primeras horas de la tarde en la puerta de la Jefatura del Servicio Penitenciario Bonaerense, sobre calle 6 entre 34 y 35. Una uniformada de esta institución decidió encadenarse a modo de protesta por recibir hostigamientos en el ámbito de trabajo.
El hecho ocurrió minutos antes de las 14, cuando la mujer que tiene 15 años de antigüedad se sentó en una reposera y se amarró a un árbol, luego de recibir como castigo un “traslado” de lugar de trabajo. Esto fue causado por la presenteación de una queja por presuntos malos tratos en la Unidad 26 de Olmos.
“Avisé que iba a hacer esto y me regalaron un traslado como castigo. Trabajo en la parte de sanidad de la Unidad y ya venía denunciando muchos hostigamientos”, comentó mientras otros vecinos se frenaban para intentan contenerla.
Por su parte, desde el área de comunicación del Servicio aludieron que había pedido muchas carpetas y había dejado de concurrir. Por ese motivo se habría impulsado el traslado, que la agente del Servicio no quiso acatar.