Una de las principales causas de muertes adolescentes

Suicidios, una epidemia silenciosa que es necesario prevenir

A nivel mundial, constituyen una de las principales causas de muerte entre adolescentes, mientras que los adultos mayores conforman el segundo grupo de riesgo. Qué síntomas hay que atender y qué acciones se deben emprender para evitarlos

Hoy se conmemora el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, fecha que apunta a concientizar sobre un problema que crece a escala planetaria. En La Plata, durante el mes pasado, tres adolescentes se quitaron la vida y los sucesos encendieron la alarma en la comunidad, evidenciando la necesidad de trabajar para evitar nuevos casos. 

Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se suicidan unas 800.000 personas en el mundo y se estima que entre quienes lo intentan pero no lo consiguen la cifra es mucho mayor. Del total de casos, el 78% se da en países de ingresos bajos y medios. La magnitud del fenómeno es tan amplia que ya se habla de epidemia. 

A su vez, el suicidio constituye la segunda causa de muerte a nivel mundial entre los jóvenes de 15 a 29 años, tendencia que se replica en la Argentina, donde en 2015 se quitaron la vida 844 personas pertenecientes a esa franja etaria. Según el informe Estadísticas vitales, elaborado por el Ministerio de Salud nacional en 2016, unas 3.202 personas fallecieron por este motivo en 2015. Entre las muertes por causas externas, el suicidio ocupa el tercer lugar, precedido por los accidentes de tránsito (4.524) e incidentes de otro tipo (3.358).

“El suicidio nunca tiene una sola causa, ya que intervienen factores biológicos, psicológicos, antropológicos, culturales y psicológicos, entre otros. Por eso no se puede hablar de los suicidios, ya que cada caso es particular y puede conllevar más de un factor”, explicó  a diario Hoy Daniel Matusevich, subjefe del servicio de Psiquiatría del Hospital Italiano y autor del libro El suicidio en la vejez. 

Según el especialista, tanto los adolescentes como los adultos mayores constituyen las poblaciones con mayor riesgo de quitarse la vida. A la hora de definir los motivos, 

Matusevich aclaró que no hay una sola causa y que el tema no fue lo suficientemente estudiado. Al respecto, explicó: “Se sabe que ambos grupos se encuentran en una etapa de quiebre de la continuidad significativa de la vida. En otras palabras: ya nada volverá a ser como era. Los adolescentes se encuentran en el proceso de convertirse en adultos y las personas mayores, en el proceso de dejar de ser”. 

En torno al suicidio se tienden mitos que es necesario desterrar a fin de prevenirlo. 

Matusevich aclaró que no siempre el suicida da señales, aunque es importante estar atentos: “La mejor prevención es el diálogo, para que la persona no se aísle. Nuestra sociedad tiende a aislarnos y a reemplazar el diálogo por el mero intercambio de información”.

El especialista aclaró que cada caso es particular, pero hay síntomas que pueden encender la voz de alarma y que se diferencian según el grupo etario. En el caso de los adultos mayores, el aislamiento, el consumo de alcohol, depresiones previas, pérdidas de vínculos significativos, desesperanza, insomnio, ansiedad y culpa son elementos para estar alerta. En los adolescentes, la poca tolerancia a la frustración, el ensimismamiento, la irritabilidad y la agresividad pueden ser las señales. Cuando esto se detecta, “es importante acudir a un psicólogo o psiquiatra, que cuenta con las herramientas para tratar estos problemas”, concluyó. 

Números de esta realidad

800.000 suicidios se producen por año

78% sucede en países de ingresos medios y bajos

3.032 argentinos se quitaron la vida en 2015

844 tenían entre 15 y 29 años 

544 tenían más de 65 años 

Centro de Asistencia al Suicida

Desde hace 50 años, un equipo de voluntarios brinda asistencia a personas que se encuentran en crisis y quieren quitarse la vida. “El objetivo principal es que aquel que llama entienda que lo que busca no es terminar con su existencia, sino que se termine el dolor que está atravesando”, afirmó ante este medio la psicóloga Nora Fontana de Villar, que desde hace décadas forma parte del voluntariado. 

Quienes se sienten en crisis y ven que su horizonte de futuro se cierra, encuentran en el número 135 una voz amable y anónima, capaz de escucharlos y contenerlos. “Es un espacio en el que se atiende y se da lugar a personas que sienten que no le importan a nadie”, afirmó en diálogo con este medio Juan Carr, responsable de la Red Solidaria, que se acercó al voluntariado movilizado por la creciente cantidad de suicidios en la Argentina. “Se estima que salvan unas 70 vidas por año”, completó. 

Cuando alguien tiene ideas suicidas, no es fácil que pueda hablar sobre el tema con las personas que lo rodean. En esta línea, la conversación es privada y eso permite que la persona se abra. “Buscamos guiarlos para que puedan encontrar otro punto de vista de su situación y reeditar su relación con el mundo”, explicó Fontana de Villar. “Luego, los ayudamos a encontrar su camino. A veces, eso significa animarlos para que se pongan en contacto con un profesional”

Además del número 135, se puede llamar desde todo el país al (011)5275-1135. Los horarios de atención son amplios, aunque no cubren las 24 horas debido a que no cuentan con la cantidad de voluntarios suficientes. Por eso, la búsqueda de personas dispuestas a escuchar siempre está abierta. “En este voluntariado las personas reciben más de lo que dan y logran plenitud personal”, agregó la psicóloga, quien destacó que, en muchos países del mundo, cada vez más personas se insertan en voluntariados luego de jubilarse, dándole un nuevo tenor a su vida.

Actualmente, los horarios de atención son: lunes, de 15 a 22; martes, de 18:30 a 22:30; miércoles, de 8 a 12, de 14 a 18 y de 20 a 24; jueves, de 8:00 a 22:30; viernes, de 12:30 a 0:30. Por último, el domingo, de 13 a 21.

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