El viento voló techos en Mar del Plata
Hubo ráfagas de hasta 60 kilómetros por hora
Conforman uno de los grupos más afectados por las medidas de aislamiento que rigen en la ciudad y se organizan para poder seguir adelante con las propuestas artísticas.
14/06/2020 - 00:00hs
El teatro no tiene ningún sentido sin sus artistas ni su público, y así es como se encuentra hoy: las salas de la ciudad de La Plata están vacías producto de las medidas de aislamiento para prevenir el contagio de coronavirus. Diario Hoy habló con los responsables de dos teatros locales que tienen una amplia trayectoria y actualmente se encuentran con el telón cerrado.
“Este es un teatro de producción y los recursos que obtenemos en la temporada anterior, los invertimos en el verano para montar el espectáculo de invierno. Se invierte con expectativas de recuperarlo, pero ahora no va a pasar. Las salas tienen gastos permanentes, además de la parte impositiva, de sueldos y cargas como cualquier emprendimiento, pero al no haber ingreso, no se puede sustentar”, señaló Leo Ringer, director del teatro La Nonna, de calle 3 y 47.
Los profesores, actores y dueños de salas, agrupados en la Asociación de Teatristas del Plata (Atepla), presentaron un protocolo ante las autoridades municipales que fue elevado a la Provincia, pero señalan que los requisitos para volver a abrir implican muchos gastos económicos que hoy son casi imposibles de afrontar.
“La estamos pasando bastante mal, por eso decidimos autoconvocarnos un grupo de profesores de teatro que estamos en contacto permanente por la inquietud de no saber cuándo vamos a pasar esta situación tan particular que lleva a una emergencia total, porque el teatro se vale de la presencia física del otro. Algunos nos volcamos a dar clases online pero no es lo mismo. En esos encuentros nos hemos popularizado herramientas para poder seguir” dijo a este medio Leonel Ferreyra, director de Telón Negro, de 13 y 32.
Así, los artistas se organizaron para ayudarse entre ellos con la asistencia alimentaria y de acompañamiento. La situación es crítica para todos; aquellos que dan clases también se vieron perjudicados; por ejemplo en La Nonna cayó un 75% la matrícula.
“Es muy angustiante porque no podemos hacer lo que nos gusta. Además está lo económico; en ese sentido se elevaron pedidos a los municipios, visibilizamos nuestras inquietudes y se llevaron a cabo distintas acciones como gestionar bolsones de comida para artistas que lo necesitan y eso es desesperante”, remarcó Ferreyra.
Los gastos son muchos y las soluciones muy pocas, por lo que solo resta esperar a que se levante la cuarentena y volver a las tablas.
“Esta es una casa museo y tiene un proceso especial de temperatura para los elementos guardados y tiene un costo adicional que no se puede cubrir. Si no se ventila y se saca el material, también se perjudica, y los elementos pierden su capacidad de uso. Es un emprendimiento familiar que siempre salió adelante con trabajo y esfuerzo, apoyado plenamente por la comunidad”, dijo Ringer.