Lisandro Díaz Beltrán, un médico recibido en la Universidad Nacional del Nordeste, fue el cirujano principal en un equipo de nueve profesionales que implementaron una intervención para corregir una malformación congénita.
14/01/2024 - 00:00hs
Lisandro Díaz Beltrán, un cardiocirujano graduado en la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), fue el médico principal en un equipo de nueve profesionales que implementaron una intervención para corregir una malformación congénita en una paciente de ocho meses.
El procedimiento, realizado por primera vez en el hospital El Cruce de la provincia de Buenos Aires, reunió a un equipo de profesionales de cardiocirugía, hemodinamia y ecografía congénita de ese centro sanitario.
La paciente –que al momento de la operación pesaba 5 kg– tenía una malformación congénita denominada “comunicación interventricular”. En otras palabras, presentaba entre las grandes cavidades del corazón un pequeño orificio (de 5 mm) que un órgano sano no posee.
“Lo que buscábamos era cerrar un defecto u orificio en el tabique o septum interventricular”, explicó el doctor Díaz Beltrán, que se graduó en la Facultad de Medicina de la UNNE y se capacitó en España, Francia, San Pablo y Buenos Aires.
Y amplió: “En la gran mayoría de los casos se hace por cirugía convencional, con circulación extracorpórea y parada cardíaca. En este caso tenía una ubicación anatómica desfavorable para cirugía convencional de modo que se elige este procedimiento combinado, mediante el cual los cirujanos exponemos el corazón de manera convencional (pero sin conectarlo a circulación extracorpórea) y los cardiólogos hemodinamistas liberan el dispositivo que cierra el defecto que está en el tabique interventricular. Después los cirujanos cerramos el campo de trabajo con lo que concluye la cirugía”.
Díaz Beltrán –que en este procedimiento ocupó el rol de cirujano principal– es uno de los 30 cirujanos cardiovasculares pediátricos que tiene el país (50 si se cuenta a los residentes). Nació, creció, estudió y trabajó en Corrientes. Se graduó en la Facultad de Medicina de la UNNE, pero su proceso de formación lo llevó a España, Francia, San Pablo y Buenos Aires.
Sobre el procedimiento que tuvo a su cargo, Díaz Beltrán lo explicó de esta manera: “Preparamos el corazón del bebé para conectarlo a la máquina de asistencia circulatoria (para ser utilizado en caso de emergencia). Posteriormente ingresamos por el ventrículo derecho; y por el interior de la aguja de punción se pasa una cuerda de piano guía que se la introduce por el orificio en el septum interventricular que se quería cerrar”.