Una de las primeras mujeres que luchó por nuestra independencia
María Remedios del Valle fue una afrodescendiente que participó en las campañas militares en el Alto Perú, peleando a la par de los hombres.
culturaMaría Remedios del Valle fue una afrodescendiente que participó en las campañas militares en el Alto Perú, peleando a la par de los hombres.
09/10/2025 - 00:00hs
Fue una de las pocas mujeres que comenzó a luchar en las guerras de la Independencia desde que se formó el primer gobierno patrio el 25 de mayo de 1810. Su primera participación fue en la Expedición del Alto Perú junto a su marido y a sus dos hijos. Ella, como muchas otras mujeres, acompañó a la tropa alimentando a los soldados, curando heridos y también peleando con ellos. Lo cierto es que su figura hace justicia a los olvidos sistemáticos de los relatos historiográficos sobre el proceso independentista en nuestra región.
María Remedios del Valle era probablemente criolla, ya que en los documentos era calificada como “parda”, una categoría racial que sugería algún tipo de mestizaje. De sus primeros años de vida se sabe poco y nada: se desconoce quienes fueron sus padres y la fecha de su nacimiento. El primer rastro documental sobre ella es un acta del Cabildo de Buenos Aires del 7 de septiembre de 1807, donde se relata que “María de los Remedios, esclava de doña Rosa del Valle” había elevado una solicitud pidiendo ser compensada por los servicios prestados en ocasión de las invasiones inglesas. Para certificar los hechos, María de los Remedios acompañaba el testimonio del comandante del cuerpo militar.
Este episodio es fundamental para reconocer dos cualidades desplegadas que marcarían su vida: su interés por involucrarse en los sucesos de su tiempo y su capacidad para interpelar a las autoridades y pelear por sus derechos. No se sabe en qué fecha pudo liberarse, pero sí que para julio de 1810 lo había logrado, ya que pudo partir al frente norte junto con su familia. Tampoco fue posible establecer cuando se casó ni tuvo hijos.
María Remedios no fue la única mujer que marchó con los ejércitos. Muchas mujeres y familias, especialmente pertenecientes a las clases populares, acompañaron a las tropas en su camino; trabajando trabajaban para sostener a soldados malnutridos y mal pertrechados, y, en muchos casos, yendo al frente de combate, involucrándose en la batalla, como fue el caso de María Remedios, según surge de numerosos testimonios.
El siguiente documento donde figura María Remedios fue otra representación presentada por ella y dirigida al inspector de Guerra: pedía que se le pagara su pensión como capitana. Su simple lectura revela bien su singularidad: “Doña María Remedios del Valle, capitana del ejército, desde el primer grito de la revolución tiene el honor de haber sostenido la justa causa de la independencia, de una de aquellas maneras que suelen servir de admiración a la historia de los pueblos”.
Durante las gobernaciones de Juan Manuel de Rosas, los jefes militares del Ejército del Norte escribieron sus memorias y muchos de ellos, enfrentados al entonces gobernador, buscaban enaltecer la figura de María Remedios del Valle, junto a la de Manuel Belgrano. Entre ellos, el tucumano Gregorio Aráoz de Lamadrid, quien aporta mucho a la representación de Remedios, dirá respecto a la derrota de Belgrano en Ayohúma: “Es digno de trasmitirse a la historia una acción sublime que practicaba una morena, hija de Buenos Aires llamada tía María y conocida por madre de la Patria, mientras duraba este horroroso cañoneo como a las 12 día 14 de noviembre y con un sol que abrasaba. Esta morena tenía dos hijas mozas y se ocupaba con ellas en lavar la ropa de la mayor parte de los jefes u oficiales, pero acompañada de ambas se la vio constantemente conduciendo agua en tres cántaros que llevaban a la cabeza. Desde un lago o vertiente situado entre ambas líneas y distribuyéndola entre los diferentes cuerpos de la nuestra y sin la menor alteración”.
En los últimos años, gracias a la valorización académica de los estudios de género (producto de una larga tradición de investigadoras feministas) y de las minorías étnicas, la figura de María Remedios adquirió una mayor significación y reivindicación. El hecho de que cada 8 de noviembre celebremos el Día Nacional de los Afroargentinos y la Cultura Afro, en honor a su fallecimiento da cuenta del proceso de visibilización afroargentina que estamos viviendo.