El mandatario lo afirmó, en una carta al país, 48 horas después de haber comandado manifestaciones interpretadas como golpistas.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, retrocedió este jueves en su
posición y afirmó, en una carta al país, que respetará las decisiones
del Supremo Tribunal Federal (STF, corte suprema), 48 horas después de
haber comandado manifestaciones interpretadas como golpistas y que
colocaron al país en la mayor crisis institucional desde 1985, cuando
terminó la última dictadura militar.
"Quiero declarar que mis palabras, a veces contundentes, tienen
que ver con el calor del momento y los embates que siempre apuntaron al
bien común", afirmó Bolsonaro en una Carta a la Nación con el
objetivo de detener la sangría política de sus aliados, la presión en
los mercados financieros y el fantasma de una ruptura institucional.
Bolsonaro afirmó que "nunca" quiso agredir a los poderes y que
las causas que le sigue el juez Alexandre de Moraes, del STF, serán
enfrentadas dentro del sistema de justicia.
"Reitero mi respeto a las instituciones de la república, fuerzas motrices que ayudan a gobernar el país", dijo Bolsonaro en una carta de 10 puntos.
El mandatario intentaba detener a sus militantes en las carreteras del
país que estaban haciendo protestas reclamando cerrar el STF, pero parte
de sus aliados políticos dieron con esta carta un mensaje alejado del
discurso del pasado martes vinculado a romper con el Poder Judicial.