Un ciudadano hongkonés había sido dado de alta en abril,
pero volvió a contagiarse de otra cepa durante un viaje a España.
Investigadores de la Universidad de Hong Kong informaron ayer el primer caso confirmado de reinfección por coronavirus.
Si bien el ciudadano hongkonés había sido dado de alta en abril, a principios de agosto volvió a dar positivo de otra cepa del virus luego de regresar de España.
“Un paciente aparentemente joven y sano tuvo un segundo caso de infección por Covid-19 que fue diagnosticado cuatro o cinco meses después del primer episodio”, señalaron los investigadores de la institución mediante un comunicado.
En un principio, las autoridades sanitarias evaluaron que podría tratarse de un “portador persistente” del SARS-CoV-2. Sin embargo, tras analizar las secuencias genéticas de las cepas del virus que contrajo el hombre en abril y compararlas con las de agosto, pudieron detectar que ambas son “claramente distintas”.
Esta situación es preocupante, porque sugiere que la inmunidad al coronavirus no duraría más que unos meses en algunas personas, algo que repercute directamente en las vacunas que se están desarrollando en la actualidad.
“Muchos creen que los pacientes recuperados de la Covid-19 tienen inmunidad contra las reinfecciones debido a que la mayoría desarrollaron una respuesta basada en anticuerpos neutralizantes en suero”, se destaca en el comunicado, y agrega: “Hay pruebas de que algunos pacientes tienen niveles decrecientes de anticuerpos pasados unos pocos meses”.
“Nuestros resultados demuestran que su segunda infección es causada por un nuevo virus que adquirió recientemente, en lugar de una diseminación viral prolongada”, dijo el doctor Kelvin Kai-Wang To, microbiólogo clínico de la universidad.
En este sentido, surge la posibilidad de que el nuevo coronavirus pueda subsistir entre la población humana, al igual que sucede con otros virus comunes asociados a
los resfriados.
Si bien ya se han informado varios casos sospechosos de reinfección en países como Estados Unidos, dichas hipótesis no fueron confirmadas con pruebas que permitan detectar la presencia de virus vivos.